Vida-Obra-Biografía
GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS
Robert Doisneau
Robert Doisneau (1912- 1994) fue uno de los fotógrafos urbanos y documentales con mayor sensibilidad para captar la belleza efímera de lo cotidiano.
Consciente de que las buenas historias suceden en lugares y momentos relativamente predecibles, se convirtió en un maestro de la espera y el diseño de las escenas, apostándose en los puntos de interés más relevantes de París hasta que ocurriera la magia que sólo su gran ciudad podía ofrecer.
Esta espera, disciplina extendida hoy día como la del ‘fotógrafo pescador’, propiciaba imágenes con una composición muy meditada y unos encuadres sobresalientes, muy avanzados en comparación a otros contemporáneos.
Vivió la época dorada de las revistas y, entre sus muchos encargos, trabajó en una serie sobre el romanticismo en la capital francesa de la que, fruto de su característico diseño de las escenas, saldría la imagen de ‘El Beso del Ayuntamiento’, un icono de la fotografía del siglo XX que le alzaría hasta lo más alto para después hundirle en la mayor de las depresiones.
Última actualización: Abril 2021
«Si supiera cómo hacer una buena fotografía las haría todo el tiempo»
– Robert Doisneau
PRIMEROS AÑOS
Biografía de Robert Doisneau
Robert Doisneau nació en Gentilly (un barrio residencial del extra radio sur de París) el 14 de abril de 1912.
El hermano de su madre era el alcalde de la comunidad y estudió en un colegio privado.
Su madre murió de tuberculosis cuando él sólo tenía siete años. Entonces su padre, que había dejado a su madre, volvió a casa con su segunda mujer y el hijo de ésta.
Entre los 13 y los 17 años, Doisneau estudió en una escuela técnica dedicada a la industria del libro mientras asistía a clases nocturnas de dibujo.
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Primeros trabajos
En 1929, con 17 años, logró el título de grabador litográfico e hizo su primera fotografía. Era una foto de una rocas. Le daba mucha vergüenza fotografiar gente y al principio solo fotografiaba «cosas», como confesó años después.
Comenzó a trabajar como artista calígrafo en un estudio fotográfico, aunque terminó ejerciendo de ayudante del fotógrafo en plantilla (Lucien Chauffard), a quien sustituiría al marcharse éste.
Su primer encargo se lo hizo su tío: fotografiar los edificios y calles de Gentilly. Lo hizo con una cámara que le prestó su hermanastro. Y, con aquel sueldo, se compró una cámara Rolleiflex.
En 1931, con 19 años, gracias a aquel fotógrafo al que asistió y cuyo puesto consiguió al marcharse éste, encontró un trabajo de operador de cámara en el estudio del artista y diseñador André Vigneau, gracias al cual entró en contacto con las vanguardias artísticas de la época.
En 1932, con 20 años, publicó su primer reportaje fotográfico en el diario L’Excelsior, sobre el mercadillo de Saint-Ouen, que hoy día sigue siendo el mayor mercado de antigüedades del mundo.
En 1933, con 21 años, fue reclutado para realizar el servicio militar y por ello perdió su trabajo. Acabada la mili, cuando pudo volver al trabajo, el diseñador ya se había pasado al cine y no le necesitaba como fotógrafo.
«Hay días en que el simple acto de ver parece ser como la verdadera felicidad»
– Robert Doisneau
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Los años en Renault
Pero unos meses después, en 1934, con 22 años, y gracias al fotógrafo para el que trabajó cinco años antes (Chauffard, a quien ayudaba y cuyo puesto ocupó al marchar éste) comenzó a trabajar en la empresa automovilística Renault, como fotógrafo industrial de la planta de Renault del barrio de París Boulogne-Billancourt.
Ese año se casó con su novia con la que llevaba saliendo dos años, Pierrette Chaumaison y tres años después, en 1937, se compró su piso, en el que vivirían toda su vida y tendrían a sus dos hijas, que recuerdan que el baño de la casa, en el que Doisneau revelaba sus fotos, sonaba y olía a fotografía.
Cuando tenía 27 años, en 1939, le despidieron como fotógrafo de Renault «por llegar tarde», aunque él creía que aquél no era el motivo. Pensaba que había sido un despido buscado.
Y, con la indemnización del despido, compró su propio equipo para trabajar como fotógrafo independiente. Pero comenzó la II Guerra Mundial y fue llamado a filas.
«Una centésima de segundo aquí, una centésima de segundo allí, incluso si los pone de un extremo a otro, solo suman uno, dos, quizás tres segundos, arrebatados de la eternidad»
– Robert Doisneau
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Estalla la guerra
En aquel tiempo, conoció a Charles Rado, fundador de la primera agencia de fotoperiodismo francesa Rapho, nacida seis años antes, en 1933.
En aquel primer año de guerra, 1939, sufrió problemas pulmonares y fue ingresado dos veces.
En el segundo ingreso hospitalario decidió fingir que padecía tuberculosis para dejar de ser soldado. Dejó de comer y logró que el ejército francés le desmovilizara. Así en el segundo año de guerra ya no era soldado y pudo volver a su casa con su mujer y seguir ejerciendo como fotógrafo, inmortalizando la vida parisina bajo la ocupación alemana. Corría el año 1940.
Un año después, en el tercer año de guerra, en 1941, trabajó para la resistencia, falsificando documentos y alojando fugitivos.
En 1944, un año antes del fin de la II Guerra Mundial, fotografió la liberación de París.
La entrada del general Charles de Gaulle, líder del exilio de la Francia libre, por los Campos Elíseos el 26 de agosto de 1944 le abrieron las puertas como fotógrafo independiente.
«Sugerir es crear; describir es destruir»
– Robert Doisneau
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
El renacimiento del autor
En 1946, un año después de acabar la II Guerra Mundial le contrataron en la agencia Rapho, a cuyo fundador había conocido hacía una década, cuando fue llamado a filas.
Con aquella agencia fotoperiodística colaboraría toda su vida, aunque Cartier-Bresson, padre del fotorreportaje, le pidió entrar en la agencia de fotografía internacional Magnum que acababa de fundar en 1947, con carácter de cooperativa. Tenía 35 años.
Ese mismo año (1947) obtuvo el Premio Kodak.
La agencia Magnum colocó sus fotografías en revistas francesas como Paris Match, Regards, Réalités y en publicaciones internacionales como Life o Squire.
También se unió a la asociación ‘Les XV’, un colectivo dedicado a la fotografía artística, con el que hizo exposiciones hasta 1958.
Y en 1949, con 37 años, publicó el libro fotográfico ‘La banlieue de Paris’ (las afueras), un libro sobre los suburbios de la capital francesa.
Y empezó a fotografiar la vida nocturna del París de la época: bailes, jazz…
«El fotógrafo que haga una foto de un momento espléndido, una pose accidental de alguien o de un paisaje hermoso, es un buscador de tesoros»
– Robert Doisneau
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
La serie de ‘Los amantes de París’ de Doisneau
En junio de 1950, con 38 años, publicó su serie ‘Los amantes de París’ en la revista americana Life, nacida 14 años antes, en 1936.
Entre aquellas fotos que reflejaban la vida amorosa de París destaca ‘El beso del Ayuntamiento’, símbolo de la posguerra, la cual se ha vendido millones de veces y es en la actualidad una de las fotos más famosas del mundo, si bien en aquel año (1950) no se le dio importancia y ni siquiera aparecía su nombre en la firma de la imagen pese a que era una imagen muy impactante, pues en aquella época no era normal besarse en público.
(No confundir con el beso del ‘V.J. Day’ de Alfred Eisenstaedt, que fue tomada en 1945 en Times Square y muestra a un marinero besando a una enfermera el día que se celebraba la victoria de las fuerzas aliadas en la II Guerra Mundial)
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Edad de oro de las revistas periódicas
En 1949, cuando tenía 37 años, le contrató la revista Vogue, con la que colaboró durante varios años.
Tres años después, en 1952, con 40 años cambió su cámara Rolleiflex por una cámara Leica, más pequeña y portátil.
En 1955 algunas de sus fotografías fueron incluidas en la exposición ‘Family of man’, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York ‘MoMa’.
En 1956 publicó ‘Instantáneas de París’ y se alzó como mejor fotógrafo francés menor de 45 años al ganar el premio Niépce Photógraphy Prize.
Family of man, la exposición de fotografías más famosa del s.XX
«Las maravillas de la vida diaria son emocionantes; ningún director de cine puede arreglar lo inesperado que encuentre en la calle»
– Robert Doisneau
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
EE.UU. y Palm Springs
Al comenzar la década de 1960, Doisneau había hecho varios encargos internacionales, pero nunca había cruzado el Atlántico.
Fue entonces, cuando su amigo, el actor y violoncelista Maurice Baquet se encontraba de gira en Nueva York, le invitó a visitarle para trabajar en proyecto conjunto.
Una vez allí, su agencia le encargó un reportaje para la revista Fortune sobre la construcción de unos campos de Golf en Palm Springs, refugio de jubilados adinerados en el desierto de Colorado.
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Redescubriendo París
La década de los sesenta la pasó fotografiando el viejo París y publicó un libro sobre la capital francesa en 1974.
En 1973, el director de cine François Porcile estrenó la película ‘Le Paris de Robert Doisneau’ con sus fotografías.
En las décadas de los 80 y 90 no pudo viajar como lo hizo en los años 70. Su mujer padecía Parkinson y tenía que cuidar de ella por lo que sus fotos de estos años son de las afueras de París.
Pero una reedición en póster de la fotografía del beso le volvió a dar popularidad y su nombre volvió a sonar por todo el mundo.
«Normalmente no doy consejos o recetas, pero debes dejar que la persona que mira la fotografía la termine por sí misma.
Deberías ofrecerles una semilla que crecerá y les abrirá la mente»
– Robert Doisneau
Françoise Bornet posa junto a la fotografía
Jacques Cartaud y la ex actriz Françoise Bornet (getty)
BIOGRAFÍA DE ROBERT DOISNEAU
Última estapa y polémica entre tribunales y juicios
En 1988, cuando tenía 76 años, una pareja desconocida salió a la palestra diciendo que ellos eran los protagonistas de la famosa foto ‘El beso del Ayuntamiento’ tomada 38 años antes y, viendo que la foto le estaba reportando mucho dinero al fotógrafo, le exigían el equivalente a 82.000 euros en concepto de derechos de imagen.
Tuvo lugar un juicio y el fotógrafo, aportando toda una serie de fotos, pudo demostrar que no eran ellos y no tuvo que pagarles.
Pero el juicio fue muy mediático y la noticia llegó a los protagonistas reales de beso: Jacques Cartaud (ya sexagenario) y la ex actriz Françoise Bornet, que le demandaron en 1993. Ella le pedía 100.000 francos de indemnización por derechos de imagen.
Ella presentó una foto firmada como prueba. Y sí, era ella, pero Doisneau logró demostrar que ya le había pagado por posar para la foto en 1950, por lo que el juez desestimó los cargos.
Doisneau ganó ambos juicios, pero quedó al descubierto que la foto del beso estaba pactada, algo que él no había confesado nunca antes, si bien siempre recalcó que su intención era fotografiar el mundo, no como es, sino como a él le gustaría que fuera. Por ello, en aquel año 1950 de posguerra pidió a la pareja -eran novios- que se besara ante su cámara para su serie ‘Los amantes de París’.
Doisneau tenía 81 años y aquel juicio hizo mella en su salud, según han confesado sus hijas.
Murió el 1 de abril de 1994, a los 82 años, seis meses después de que falleciera su mujer, a la que cuidó hasta el último día.
Doisneau y su mujer están enterrados juntos en el cementerio del bosque de Rambouillet, en París.
Doisneau dejaba tras de sí más de 450.000 negativos.
Libros sobre Robert Doisneau
Compilación de libros de fotografía y biográficos de Robert Doisneau
Libros fotográficos y biográficos
Citas de Robert Doineau
Si supiera cómo hacer una buena fotografía las haría todo el tiempo
Sugerir es crear; describir es destruir
Hay días en que el simple acto de ver parece ser como la verdadera felicidad
Las maravillas de la vida diaria son emocionantes; ningún director de cine puede arreglar lo inesperado que encuentre en la calle
El fotógrafo que haga una foto de un momento espléndido, una pose accidental de alguien o de un paisaje hermoso, es un buscador de tesoros
Robert Doisneau
Normalmente no doy consejos o recetas, pero debes dejar que la persona que mira la fotografía la termine por sí misma.
Deberías ofrecerles una semilla que crecerá y les abrirá la mente