Curso de Fotografía Digital

El enfoque manual y el autofoco en fotografía

¿Qué es el enfoque? ¿Qué significa enfocar? Parece una pregunta poco seria pero, tras estos años como profesor de fotografía, he descubierto que hay muchísimas personas que confunden o nunca se han planteado seriamente qué es el enfoque o qué supone el acto de enfocar.

El enfoque es algo que ocurre dentro del objetivo o lente y supone el acto de colocar los cristales internos del mismo para ver nítido a una determinada distancia.

Por tanto, enfocar es una cuestión de distancia y una condición común a todas las lentes, incluidos nuestros propios ojos, que sólo pueden enfocar a una única distancia, sea la que sea (dos metros o trescientos metros) y supone ver nítido todo lo que esté a esa determinada distancia.

Por tanto, no es posible enfocar a dos o más distancias a la vez.

Decidir a qué distancia enfocar determina qué se verá nítido -sin excepción- en nuestra fotografía.

Esto significa que no es posible enfocar algo que esté a dos metros, por ejemplo, y desenfocar otro motivo que esté a la misma distancia al mismo tiempo (siempre y cuando no hablemos de objetivos o lentes descentrables).

Otro aspecto fundamental es que el enfoque no guarda relación alguna con la exposición a la luz. Una fotografía puede estar perfectamente expuesta y desenfocada o viceversa.

¿Qué es el autofoco o AF? ¿Cómo afecta al resultado final de las fotografías?​

El autofoco o enfoque automático es una tecnología inventada en los años 70 que permitía mover los cristales automáticamente con un motor, sin necesidad de que fuera el propio fotógrafo o fotógrafa quien girara el anillo de enfoque del objetivo para mover los cristales.

Hoy día, esta tecnología está muy avanzada y es posible mover los cristales mucho más rápido que de forma manual, lo que ayuda a no perder fotografías por problemas de enfoque en disciplinas fotográficas de acción, como fauna o deportes. El autofoco es además especialmente útil cuando la persona encargada de tomar fotografías no tiene buena vista, de forma que es la cámara la encargada de colocar los cristales de forma precisa para conseguir una imagen nítida.

Enfocar en manual o hacer uso del autofoco, por tanto, no afecta en nada al resultado final de la fotografía si se hace bien, ya que el recorrido que hacen los cristales o la capacidad del objetivo de enfocar a determinadas distancias no cambia según el modo.

He llegado a leer y escuchar afirmaciones del tipo «yo enfoco en manual porque así consigo un mayor desenfoque» y lo cierto es que algo así no tiene nigún sentido.

1- Enfoque manual vs enfoque automático

¿Qué modo es mejor, manual o autofoco?

Hoy en día la mayoría de objetivos comercializados disponen de autofoco, así como de opción de enfoque manual.

Hay disciplinas fotográficas en las que disponer de autofoco es más que interesante, sobre todo en las que es necesario hacer uso de focales largas, como teleobjetivos cortos (en el caso de la fotografía de Retrato) o teleobjetivos muy largos (si practicamos fotografía de Deportes, Acción o Fauna, sobre todo cuando fotografiamos aves). 

Las focales largas producen una menor profundidad de campo y esto implica un mayor margen de error si nos vemos obligados a enfocar de modo manual. Por eso, para este tipo de disciplinas, los profesionales suelen demandar sistemas de autofoco precisos y rápidos. Si eres aficionado, no necesitas este tipo de prestaciones -porque no pasa nada si pierdes la foto- pero un profesional, generalmente, no se lo puede permitir.

Esto no significa que sea imprescindible. Se han hecho grandes fotografías de Retrato, Acción o Aves antes de que se inventara el autofoco, por lo que si ejercitas y practicas tu enfoque manual podrás conseguir grandes fotografías sin desembolsar tanto dinero.

Por otra parte, hay disciplinas fotográficas en las que el autofoco no es nada relevante, como Paisaje o Interiorismo. En este tipo de prácticas, casi siempre se opta por el enfoque manual, porque da un mayor control en fotografías reposadas y meditadas y nos permite jugar con distancias hiperfocales más fácilmente.

Si dispones de un objetivo con autofoco, lo más conveniente es que lo utilices siempre, salvo en las situaciones en las que falle, las cuales comentaremos más adelante.

Enfoque manual

Se suele utilizar con objetivos cortos y angulares, en disciplinas fotográficas de reposo, como paisaje, arquitectura e interiorismo.

También es imprescindible en los casos en los que el autofoco no funciona bien, como en fotografía nocturna o en fotografía infrarroja.

Autofoco

El autofoco no cambia en nada el resultado final de la fotografía y, por contra, nos permite conseguir imágenes a foco más rápido y con una mayor fiabilidad.

Hoy día, a nivel profesional, se considera imprescindible en fotografía de retrato, acción, fauna y deportes.

2- Modos de autofoco

Una vez que hemos comprendido la diferencia entre enfocar en manual o hacerlo en automático (AF), las cámaras digitales y algunas cámaras analógicas disponen de distintos modos de autofoco, que funcionan de forma distinta para según qué tipo de fotografía estemos desarrollando. 

En la gran mayoría de marcas encontraremos -como mínimo- entre dos y tres modos de autofoco para hacer fotografía y otros tantos para realizar vídeo.

De momento, nos centraremos en los más relevantes para la disciplina fotográfica. Ten en cuenta que su denominación puede variar según el fabricante de tu equipo:

Autofoco sencillo:
AF-S / ONE SHOT

Este modo está diseñado para fotografías en las que el sujeto no cambia de distancia con respecto a la cámara durante el proceso de toma.

Este modo es interesante para fotografías de paisaje, retrato, bodegones, viajes…

Es posible usarlo con objetos en movimiento cuya distancia no cambia: como caídas de agua o saltos y acciones sin desplazamiento.

Autofoco automático
AF-A / AI FOCUS

Éste no es un modo de autofoco en sí mismo, sino que se trata de una configuración con la que delegamos a la cámara la elección del modo de autofoco sencillo o el continuo.

Se trata de un modo de AF diseñado para cuando la cámara se encuentra en modo de control automático o para personas que no sepan en qué consisten los modos de AF, por lo que no es recomendable su uso.

Autofoco continuo
AF-C / AI SERVO

Este modo de AF está pensado para fotografía de acción o fauna o cualquier otra disciplina en la que el sujeto, además de estar en movimiento, cambia su distancia con respecto a la cámara.

Exige hacer las fotografías al vuelo sin posibilidad de encuadrar.

Exige también la perfecta configuración de las zonas de autofoco o los puntos de enfoque.

3- Autofoco sencillo

¿Qué es el autofo sencillo o modo de enfoque AF-S?

El autofoco sencillo es el modo ideal para la gran mayoría de disciplinas fotográficas, en las que normalmente el motivo a fotografíar no se mueve ni cambia su distancia con respecto a la cámara.

Este modo normalmente dispone de un pitido (que se puede activar o no) y que sirve para confirmar el foco.

La confirmación de enfoque sirve para asegurarnos de que la cámara ha enfocado antes de disparar, aunque esto no significa que la cámara haya enfocado a la distancia deseada. Simplemente confirma que ha enfocado.

Además, es el único modo de autofoco que permite reencuadrar si mantenemos el enfoque desde que se ha confirmado el foco hasta que disparamos.

Si aún no hemos disociado en enfoque del disparo (más abajo), bastará con mantener apretado el botón de disparo hasta la mitad, reencuadrar y finalmente disparar.

Si tenemos activada una opción que se llama ‘prioridad al enfoque’ en el menú general o el menú del autofoco, es posible que la cámara no permita el disparo si no ha confirmado primero el foco. Ésta suele ser una de las causas por las que la cámara no hace fotos aunque apretemos el botón de disparo.

4- Autofoco continuo

¿Qué es el autofoco continuo o modo de enfoque AF-C?

El autofoco continuo es un modo de autofoco diseñado para disciplinas de acción en las que el motivo a fotografiar no sólo se mueve, sino que -además- cambia su distancia con respecto a nosotros: o se aleja o se acerca.

Esta situación no permite el reencuadre porque la situación del sujeto es dinámica, por lo que sólo podremos disparar al vuelo y encuadrar lo mejor posible.

Este modo de enfoque es más exigente y requiere un buen motor de enfoque dentro de un objetivo luminoso para un buen funcionamiento.

Además, este modo no tiene confirmación de foco, por lo que no sabremos si la cámara ha hecho un buen trabajo de enfoque o no hasta ver la fotografía.

El autofoco continuo suele tener configurado por defecto la opción ‘Pioridad al disparo’. Si, por contra, tenemos activada la opción ‘Prioridad al enfoque’ en el menú general o el menú del Autofoco, es posible que la cámara no permita el disparo si no ha confirmado primero el foco. Ésta suele ser una de las causas por las que la cámara no hace fotos aunque apretemos el botón de disparo.

¿Por qué puede fallar el autofoco?

El enfoque manual puede fallar por error humano pero el autofoco no es ni mucho menos perfecto.

Hay situaciones en las que falla especialmente y es mejor conocerlas, para poder evitarlas o gestionarlas debidamente:

Problemas de luz

Si estamos a contraluz o apuntamos a una zona oscura, el modo de AF puede fallar o volverse loco. Para evitar esto, en el caso de un contraluz es recomendable el uso de parasoles y evitar meter el sol o la fuente de luz en el encuadre. Si es de noche o está oscuro, podemos ayudar al AF con una linterna o buscar una farola o una luz en la escena y enfocarla.

 

Falta total de contraste

La mayoría de las cámaras enfocan por contraste o por detección de fase. Si intentamos enfocar una superficie pulida u homogénea es posible que la cámara no consiga enfocarla. Para evitar esto, podemos intentar enfocar un contorno u otro motivo a igual distancia.

Distancia mínima de enfoque

Todas las lentes, incluidos nuestros ojos, necesitan una distancia mínima con respecto al motivo para poder enfocarlo. Esto depende del objetivo que estemos utilizando. Cuanto más largo es un objetivo -normalmente- más distancia necesitará para enfocar un motivo cercano. Sólo los objetivos Macro (lo contaremos más adelante) pueden acercarse mucho a un motivo y, con todo y con eso, también tienen una distancia mínima de enfoque que se debe respetar.

5- Zonas o puntos de enfoque

Los ‘puntos de enfoque’ o las ‘zonas de enfoque’ son la misma manera de denominar a la parcela del visor donde la cámara debe buscar el sujeto a enfocar.

Es nuestra forma de decirle a la cámara dónde está lo que queremos ver a foco y se hace simplemente situando la zona de enfoque sobre el motivo a enfocar.

Cuanto más grande sea la zona de enfoque más fácil será lograr algo a foco aunque menos preciso será en el caso de jugar con una pequeña profundidad de campo

Por ejemplo, una gran zona de enfoque permitirá hacer facilmente fotografías en las que los motivos estén cerca o lejos. Por otro lado, una zona de enfoque más pequeña permitirá elegir motivos más concretos, como los ojos en un rostro.

Esto no significa que al enfocar un elemento el resto queden desenfocados. Eso no depende del modo del enfoque ni de la zona, sino que dependerá de la profundidad de campo.

Por el momento, éste ha sido el sistema más extendido para decirle a la cámara lo que debe enfocar automáticamente. Aunque se han probado otros, como el movimiento del ojo, por ejemplo.

¿Qué son los modos de zona AF?

Los modos de zona AF son las distintas formas y tamaños en las que se puede parcelar el visor de la cámara para seleccionar el motivo a enfocar.

Manual o punto único

Es el modo más preciso de enfocar, aunque para según qué casos puede ser más lento o dar más fallos. Concentra toda la atención en un único punto del visor que -además- puede situarse en distintos lugares del mismo. Cuantos más puntos de enfoque tenga una cámara, más lugares tendrá el visor para situar este punto único.

 

Punto central o centro

Funciona de manera idéntica al punto único o flexible, con la diferencia de que éste no puede situarse en otras zonas del visor: siempre está en el centro. Un modo interesante para hacer una fotografía en la que el motivo no se mueva, ya que el punto central siempre funciona mejor que los laterales.

Zona AF automática

La cámara enfoca en automático pero además enfoca automáticamente lo que ella decide. Este modo, normalmente, suele enfocar el sujeto más cercano y es el modo de zona de AF que viene por defecto si nuestra cámara está en modo de control automático.

Detección de rostros

Este modo de zona AF detecta automáticamente los rostros y caras y los enfoca. Un modo interesante para fotografías de Retrato o familiares, aunque puede dar problemás si hay varias personas en el encuadre.

 

Dinámica

Este modo se parece al de punto único, con la diferencia de que en caso de perder el sujeto a enfocar, la cámara lo busca en los puntos adyacentes. Es un modo de zona AF más que interesante para fotografía de acción o deportes en las que la imagen se capta al vuelo con el modo de enfoque AFC.

Seguimiento 3D

Este modo de zona tiene dos tiempos. Primero, debemos fijar el motivo a enfocar con una zona de AF puntual y, después, la cámara seguirá enfocando al motivo aunque su situación en el visor o su distancia cambie. Es un modo muy útil en vídeo o fotografía de acción con el modo AFC.

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