Curso de Fotografía Digital

El movimiento y la velocidad de obturación en Fotografía

Se dice que las cámaras fotográficas son capaces de captar ‘el instante’, pero el concepto de instante es tan subjetivo que, en términos prácticos, no significa nada. Las cámaras fotográficas, al  igual que las cámaras de vídeo, captan un periodo concreto de tiempo, con la diferencia de que las cámaras de vídeo lo muestran en una secuencia, mientras que las fotográficas lo muestran en un único fotograma.

Si algo cambia de lugar con respecto a nuestro punto de vista en el tiempo que dure la fotografía, ese movimiento quedará reflejado.

Por tanto, todo lo que tiene que ver con el movimiento en Fotografía guarda relación únicamente con el tiempo, el tiempo de exposición y, por ende, con la velocidad de obturación.

Cuanto mayor sea el tiempo de exposición (o menor sea la velocidad de obturación), mayor será la probabilidad de que algo se haya movida dentro del encuadre y, por tanto, mayor será la probabilidad de captar dicho movimiento.

Si, por contra, el tiempo de exposición es corto (o la velocidad de obturación es alta), más rápido tendrá que ser el movimiento para ser captado. Cuando la fotografía no muestra dicho movimiento, hablamos de una instantánea en la que el movimiento se ha ‘congelado’.

Con respecto a esto, se concluye entonces que en Fotografía existen dos grandes opciones a la hora de registrar el movimiento: mostrarlo o congelarlo.

Resulta curioso además cómo, según el caso, congelar el movimiento puede ‘anularlo’ y transmitir la falsa sensación de que dicho movimiento nunca existió.

El movimiento como recurso creativo o como tema fotográfico en sí mismo

Todas las cámaras fotográficas, desde la compacta más sencilla, pasando por las de los teléfonos móviles, hasta las cámaras profesionales más sofisticadas, ofrecen unos tiempos de exposición con lo que jugar.

VELOCIDAD DE OBTURACIÓN

Con respecto a la velocidad, dejando de lado sus efectos en la exposición a la luz, podemos tomar dos grandes decisiones técnicas o creativas con respecto al movimiento:

1 - Congelar el movimiento

2 - Desmaterializar la forma

1 - Cómo congelar el movimiento

¿Cómo afecta la velocidad de obturación para congelar la acción?

El concepto de ‘congelar’ el movimiento implica ‘anularlo’ fotográficamente. Hacer una fotografía con el tiempo de exposición tan corto que nada en el encuadre pueda moverse ni cambiar de sitio con respecto a nuestro punto de vista. Esto depende principalmente de dos factores: la velocidad del movimiento del sujeto en cuestión y la velocidad de obturación que utilicemos al tomar dicha fotografía.

Por tanto, cuanto mayor sea la velocidad de obturación, mayor será la probalidad de ‘congelar’ el movimiento de cualquier motivo, aunque todo queda supeditado a la velocidad del movimiento del propio motivo.

Se entiende que cualquier movimiento ‘normal’ será congelado en el margen de 1/500 y 1/8000, que son las obturaciones consideredas como ‘altas’ tradicionalmente en Fotografía. Aunque hay movimientos que son tan rápidos que no es posible congelarlos con una cámara ‘normal’.

Hoy día, existen cámaras con obturadores electrónicos que son capaces de obturar a velocidades de 1/16000 o incluso de 1/32000 (¡treinta y dos milésimas de segundo!) y, con todo y con eso, sigue habiendo movimientos que estas cámaras no son capaces de congelar.

Finalmente, si un movimiento ha quedado ‘congelado’ a una velocidad concreta, disparar más rápido no producirá ningún efecto apreciable en nuestras fotografías. Esto significa que si un movimiento se ha congelado, por ejemplo, a 1/500, no habría ninguna diferencia apreciable con respecto al movimiento al congelarlo a 1/4000. Algo que, en términos de luz, implicaría tres pasos menos que habría que compensar con la ISO, el diafragma o con flash.

Cuanto mayor sea la velocidad de obturación, más probabilidades habrá de congelar el movimiento.

Foto: G. Bravo

Congelar el movimiento puede ser un recurso o convertirse en la razón de ser de una fotografía, igual que la luz o el color.

Foto: G. Bravo

Congelar el movimiento puede dar imágenes visualmente atractivas y extrañas, en tanto nos ofrece ver momentos y detalles imposibles de ver para el ojo humano.

Foto: G. Bravo

Congelar el movimiento en ocasiones puede provocar la paradoja de hacerlo desaparecer.

Nadie salvo el fotógrafo puede saber si este coche ha efectuado el stop o estaba en movimiento y ha sido congelado.

Foto: G. Bravo

En situaciones en la que no hay movimientos ni acciones, la velocidad de obturación no produce efecto ninguno en el resultado, menos aún si la cámara está colocada en un trípode.

Esta imagen habría salido igual, en terminos de movimiento, a 1/4000 o a 1/250

La luz sí habría cambiado.

Foto: G. Bravo

2 - Cómo desmaterializar la forma

¿Cómo captar el movimiento o desmaterializar la forma?

Cuando en la facultad de periodismo me explicaron que en Fotografía existía la posibilidad de ‘desmaterializar la forma’ reconozco que la idea me atrapó por completo.

Hoy día, cuando lo explico en clase, veo ese mismo brillo en los ojos de mis alumnos. 

Para ‘captar’ el movimiento, basta con disparar a una velocidad lo suficientemente lenta, como para que al motivo principal de nuestra fotografía le dé tiempo a cambiar de lugar con respeto a nuestro punto de vista. Esto lo conseguiremos más fácilmente cuanto mayor sea el tiempo de exposición y cuanto mayor sea la velocidad del movimiento del sujeto en cuestión.

Pero cuando empezamos a trabajar con velocidades de obturación lentas, aparece un nuevo concepto sobre la mesa: la trepidación. 

Desmaterializar la forma es un recurso tan interesante o más que congelar el movimiento. Sin embargo, al ser más complejo y requerir más práctica, así como el miedo a perder imágenes generalmente aceptadas como ‘válidas’, lleva a muchos a no probar este recurso. 

¿Por qué el rostro se ve perfectamente mientras que las piernas han desaparecido?

Porque se mueven a velocidades diferentes.

Foto: G. Bravo

Una velocidad de obturación baja, permitirá ver estelas de luz en la oscuridad si hay movimiento.

En este ejemplo, se puede ver la trayectoria que han hecho las llamas por el cielo, durante el tiempo que ha durado la exposición de la fotografía.

Foto: G. Bravo

movimiento velocidad baja fotografia ©gustavo bravo-4
movimiento velocidad baja fotografia ©gustavo bravo-1

Desmaterializar la forma nos permite emborronar elementos secundarios y descatar los importantes. 

En esta imagen, la exposición cobra protagonismo, al aparecer la persona emborronada por su propio movimiento.

Esta técnica puede tener fines prácticos.

Foto: G. Bravo

Una velocidad de obturación baja puede generar borrosidades y texturas cuya plasticidad puede ser de mucho interés.

Más incluso que la imagen académicamente correcta o sin movimiento, porque genera más posibilidades de interpretación.

Todo depende de la intención, de los gustos y de la sensibilidad.

Cuando el movimiento lo hace la cámara, esto se conoce como trepidación.

Foto: G. Bravo

movimiento velocidad baja fotografia ©gustavo bravo-3

3 - ¿Qué es la trepidación?

¿Una imagen movida es siempre una mala fotografía?

La trepidación en Fotografía es la borrosidad otorgada por el movimiento de la cámara durante el tiempo de exposición. No es lo mismo captar el movimiento que trepidar una fotografía, por lo que en este punto tendremos que hacer un pequeño inciso.

En una fotografía que pretenda captar el movimiento ‘académicamente correcta’, sería de esperar que apareciese borroso sólo aquello que se haya movido, mientras que el resto, si no se ha movido, deberá aparecer perfectamente congelado (enfocado o no).

Para esto, con velocidades de obturación lentas, es conveniente hacer uso de trípodes, superficies de apoyo, estabilizadores, focales cortas…

De otro modo, es posible que nuestra fotografía quede trepidada, es decir, una imagen donde todo (se haya movido o no) aparecerá borroso.

La trepidación puede estar considerada como un error técnico en según qué disciplinas, mientras que es un recurso muy interesante en según qué otras.

Por ejemplo, nadie esperaría un retrato de estudio de boda poco nítido, mientras que este recurso se utiliza con mucho tino en estilos más artísticos como la Fotografía de Calle o Urbana.

Dos formas clave muy diferentes de trabajar el movimiento en Fotografía

Teniendo en cuenta el movimiento y la disciplina fotográfica que estemos desarrollando, podemos encontrar dos métodos muy diferentes de enfrentarnos al movimiento, ambas con sus propias ventajas e inconvenientes:

Con la cámara a pulso

Cuando practicamos la fotografía a pulso, a partir de ciertas velocidades de obturación, aumenta mucho la probabilidad de que la imagen quede trepidada por completo. Por ello, habrá que tener en cuenta diversas consideraciones si estamos ante situaciones pobres de luz o queremos desarrollar técnicas concretas.

Con trípode o similar

Al descansar la cámara en un trípode o en una superficie estable no deberían darse, en principio, problemas de trepidación sea cual sea el tiempo de expsosición. Sin embargo, perdemos la espontaneidad y el dinamismo del que gozamos cámara en la mano y habrá que tener en cuenta otras consideraciones propias de este recurso. 

4- Cómo captar el movimiento a pulso

Foto: G. Bravo

Si no disponemos de trípode, o la situación no nos permite hacer uso de trípodes, no nos quedará más remedio que trabajar el movimiento a pulso. En ocasiones, trabajar el movimiento es un deseo creativo mientras que, en otras, no queda más remedio que hacerlo por falta de luz ambiental.

AGARRAR EL EQUIPO CORRECTAMENTE

Nuestra forma de coger la cámara puede ser determinante a la hora de no trepidar una fotografía. Para evitar esto, hay que recordar siempre: mano izquierda soporta, mano derecha agarra y opera.

APOYAR EL CUERPO Y PEGAR BRAZOS

Pegar todo lo posible lo brazos al cuerpo y descansar el cuerpo sobre paredes, farolas, árboles o similares puede ser determinante cuando se dispara a velocidades de obturación muy bajas.

HACER USO DEL ESTABILIZADOR

Si nuestro equipo cuenta con estabilización, en el cuerpo de la cámara o en el objetivo (o ambas), es imprescindible tenerlo activado. Si no conoces esta tecnología, la explicaremos más adelante.

FOCALES CORTAS

Los objetivos con distancias focales cortas ofrecen menor trepidación que los teleobjetivos, por lo que, si puedes elegir, haz uso de objetivos o lentes angulares y acércate al motivo en lugar de fotografiarlo desde lejos con una focal larga.

5- Consejos y ténicas en el uso de trípodes

Foto: G. Bravo

Si optamos por el uso de trípodes, la trepidación ya no será un problema al que debamos enfrentarnos (aunque no por ello desaparece). Al apoyar la cámara, la libertad creativa que aporta tenerla en la mano es menor, pero surgen otras oportunidades creativas propias de la fotografía de larga exposición.

Con trípode, podremos hacer r, al no exprimir la ISO o el diafragma para obtener luz y, además, podremos captar tiempos de exposición muy largos, con resultados visualmente muy atractivos en según qué situaciones y disciplinas.

TRÍPODE DE BUENA CALIDAD

Decir esto no es cualquier cosa. Si vamos a delegar el descanso de nuestro equipo fotográfico en un trípode, lo suyo sería hacerlo en uno que aporte estabilidad y que además goce de un buen manejo.

APAGAR EL SISTEMA DE ESTABILIZACIÓN

El estabilizador es una tecnología muy interesante en fotografía a pulso pero es contraproducente cuando la cámara está apoyada, ya que aporta vibraciones indeseadas en el resultado final. Apágalo.

USA EL DISPARO CON TEMPORIZADOR

El modo de disparo con temporizador es una herramienta muy interesante cuando hacemos uso de trípodes porque disocia el acto mecánico de disparar de la fotografía, impidiendo así que las vibraciones de la cámara propias del disparo se disipen antes de comenzar la exposición.

CUIDADO CON EL VIENTO Y LOS TELES

El viento puede ser un problema cuando hacemos forografía de larga exposición. Para dotar de mayor resistencia al conjunto cámara-trípode puedes colgar la mochila (o algo pesado) del ‘palo’ central del trípode para aumentar su centro de gravedad. Por otra parte, si usas teleobjetivos, hay cámaras con opción de levantamiento de espejo.

5 - Curiosidades

La primera fotografía de la historia en ‘congelar’ un ser humano

En primavera de 1938 Daguerre consigue la que será considerada durante mucho tiempo como la primera fotografía de la historia en la que se puede ver una figura humana: ‘Boulevard du temple’.

En aquel momento, los tiempos de exposición no permitían congelar el movimiento de los vehículos y viandantes. Por lo que hubo sospechas sobre que la figura que aparece en la imagen, el hombre que se limpia el calzado, estaba en realidad posando para Daguerre.

A principios del siglo XX la moda era congelar saltos con la cámara

La fotografía tardó casi 100 años en conseguir lo que hoy en día conocemos como ‘instantánea’.

Cámaras más pequeñas y con mayores velocidades de obturación, permitieron por primera vez congelar el movimiento de verdad.

Esto, sumado al uso cada vez mayor de la fotografía familiar, provocó una auténtica fiebre por conseguir fotografías de este tipo, principalmente en las familias de clase alta.

Jacques-Henri Lartigue ha sido uno de los fotógrafos más conocidos por este tipo de fotografías, que saltan del álbum familiar a las salas de exposiciones.

El periodista, fotógrafo y profesor de fotografía Gustavo Bravo ha diseñado un Curso de Fotografía Digital online dirigido a todos los aficionados, apasionados o profesionales que quieran iniciarse en el arte fotográfico.

Únete a los cientos de personas que ya han disfrutado de este curso, planteado desde un punto de vista ameno y práctico con el que no sólo aprenderás los trucos y curiosidades específicas de esta cámara, sino que aprenderás lo más importante de todo: FOTOGRAFÍA con mayúsculas.

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