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Alberto Schommer

por Gustavo Bravo

Vida- obra – biografía

GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS

Alberto Schommer

El fotógrafo vitoriano Alberto Schommer es uno de los fotógrafos más destacados del panorama creativo español de las últimas décadas, famoso por sus retratos de las figuras políticas del Franquismo en España y de la Transición, así como de personalidades norteamericanas, convertidas en iconos de dicha sociedad (fotografió a Andy Warhol, Roy Lichtenstein o Susan Sontag, entre otros, pintando las banderas de Estados Unidos con las que les vistió).

Fue un maestro del retrato psicológico, que fotografiaba con una gran dosis de ironía.

Un fotógrafo creativo con gran dominio de la técnica que trastocó las bases de la fotografía cambiando las luces: utilizando una sola luz y aclarando las sombras con cartulina blanca. Caso similar al de Eduardo Chillida en la escultura, mediante sesiones nocturnas en la fragua de Hernani.

A partir de su vinculación a los movimientos renovadores de la fotografía española durante los años 50, desarrolló una larga trayectoria llena de retos formales, guiado siempre, bajo la influencia de la obra de Irving Penn y William Klein.

Su obra ha sido expuesta en numerosos países y ha sido publicada por las revistas más prestigiosas del panorama internacional.

A lo largo de su trayectoria profesional ha recibido incontables galardones y ha publicado más de 70 libros que recogen reportajes realizados durante sus viajes por todo el mundo.

Última actualización: noviembre 2021

PRIMEROS AÑOS

Biografía de Alberto Schommer

Alberto Schommer García nació en Vitoria-Gasteiz (Álava, España) el 9 de agosto de 1928.

Su madre era una mujer vitoriana de nombre Rosario García Ugalde que, como muchas jóvenes, acudía a retratarse al estudio fotográfico que en los años 20 había en la calle General Álava 13 (para los que conocéis esta calle de Vitoria, es donde actualmente se encuentra la floristería Díaz de Argote). Allí conoció en 1925 a su padre, el alemán Alberto Schommer Koch, médico de carrera pero fotógrafo de profesión, que regentaba dicho estudio desde 1922.

Alberto Schommer hijo estudió en el colegio privado religioso Corazonistas.

Cuando tenía 8 años estalló la Guerra Civil Española, hasta sus 11 años, si bien no le afectó familiar no personalmente.

Entre sus 17 años (1945) y sus 23 (1951), se dedicó a la pintura, a la grabación de cortometrajes y a la fotografía, centrándose en el retrato, que era lo que su padre más hacía en su estudio de General Álava.

Desde joven se unió a las iniciativas artísticas de la ciudad: «Conocía a los artistas y participaba en el cineclub. Un día vino un director, vio mis fotos y me dijo que comprara un libro de Edward Steichen, ‘La familia del hombre’, que acababa de salir. Luego me recomendó las obras de Richard Avedon y de Irving Penn. Compré los libros, era el año cincuenta y pocos, y me dije: ‘Esto es un mundo, una maravilla’. Yo no sabía que existía todo eso».

«Mis primeras fotos me salían vibradas, movidas. No tenía un pulso muy bueno ni sabía mantener la Leica. Los ayudantes de mi padre me ponían velocidades bajas, un 10, un 15, un 20, y salieron como tenían que salir, imperfectas, aunque con un sentido muy interesante»

– Alberto Schommer

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Años 50: encontrando su lugar

Los siguientes años, de 1950 a 1960, trabajaba la fotografía mientras pintaba. El libro The Family of Man, de Steichen, le ánimo a recorrer las calles de Vitoria con su Rolleifex y una vieja Leica.

A sus 24 años (1952), viajó al país natal de su padre, Alemania, para estudiar fotografía. Lo hizo en Hamburgo.

Y, a su vuelta, exponía sus fotos artísticas en el escaparate del estudio de su padre, que se dedicaba a fotografía comercial: «Mi padre tenía sentido artístico pero siempre se había dedicado a la foto comercial. Un día pasaron unos extranjeros que venían del frontón, vieron lo que hacía y, como eran el presidente y el director de una importante agencia de publicidad francesa, me quisieron llevar a París».

Y le llevaron. Era 1957. Tenía 29 años y se acababa de casar con la donostiarra Merche Casla, que le creía pintor. Cuentan que se disgustó al enterarse de que era fotógrafo.

El mismo año de su boda se fue a París con su mujer: «Ella conocía a una sobrina de Balenciaga, nos presentó al modisto, él vio mi obra y dijo: ‘Tú eres mi fotógrafo’. Me ofrecieron un cantidad de dinero muy importante. Pero mis padres insistieron en que volviera a Vitoria. Me hicieron polvo. Porque yo quería quedarme a trabajar allí y marcharme luego a Nueva York».

A los 31 años (1959) ya exponía su obra e impartía conferencias. Expuso sus fotos en el Club Aquinas y dio la charla ‘La Fotografía como arte’.

A los 32 años (1960), el constructor y mecenas navarro afincado en Madrid Juan Huarte le contrató como fotógrafo industrial (de espacios). Pero él seguia haciendo sus fotos artísticas y ese mismo año expuso en los Salones de Cultura una selección de fotografías realizadas en el contexto del colectivo artístico AFAL.

Rayos. Alberto Schommer 

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Grupo Orain 

A sus 38 años (1966), cofundó el grupo de artistas alaveses Orain (que en euskera significa Ahora).

En una entrevista, a la pregunta «¿Y el grupo Orain, con Ortiz de Elguea y Juan Mieg?», respondió «presentamos unos cuadros y una de mis fotografías, que ahora la ponen en la exposición. Oteiza automáticamente se enfadó con todos, me vine a Madrid y aquello se quedó en nada. Pero fue bueno que el grupo naciera».

Ese año (1966) se mudó a Madrid, donde se fue defendiendo con la publicidad y la moda, aunque no se sentía a gusto con esa manera de ganarse la vida:
«Me daban un dibujo sobre cómo tenía que ser la foto. A mí no me apetecía interpretarlo, pensaba que se podía mejorar».

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Los retratos psicológicos

En 1972, con 44 años, le llamó el director del periódico ABC Luis María Ansón y le propuso publicar todos los sábados, en la página 2, fotografías de mujeres.
Pero Schommer le convenció para retratar, en vez de a mujeres, a los políticos, empresarios e intelectuales más notorios en las postrimerías del franquismo. Y así nacieron los ‘Retratos psicológicos’, el primer paso de gigante que dio el fotógrafo en la dirección de su reconocimiento como artista.

«Todos venían a que les retratara como ovejitas por el ego»

En una entrevista le preguntaron por su visión de la celebridad, tras haber retratado a tantas personalidades, y respondió:
«Es el ego. Todos lo tienen, o lo tenemos. No hubo nadie que se negara. Algunos se postulaban. Pero la lista la hacía yo. Nunca nadie me ha impuesto un personaje».

La foto que no gustó a Franco

Eran los últimos años del Franquismo. Y una de sus fotos no gustó al dictador. Fue ésta:

En ella se ve al que fuera su ministro de Exteriores y miembro del Opus Dei Gregorio López Bravo con un niño desnudo en brazos, como metáfora de una España recién nacida. Aquella foto salió en la prensa.

«Era imposible, imposible, pero lo conseguí»

A Franco aquello no le hizo ninguna gracia:
“Rogaré a todos los ministros en ejercicio que no posen para ese fotógrafo extranjero”

Nueva victoria para Schommer, que cada vez era más y más reconocido, tanto fuera como en su tierra. De hecho, en 1973, con 45 años, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, su ciudad natal, le escogió como pregonero de las tradicionales fiestas de San Prudencio que se celebran en unas campas a las afueras de la ciudad cada 28 de abril.

Andy Warhol, por Alberto Schommer

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Creatividad e ingenio: los años dorados de Alberto Schommer

Los años 1973 y 1974 los pasó trabajando y publicando sus ‘Cascografías’.

Y en 1975 la editorial ‘Nueva Lente’ publicó un libro con los retratos que hizo en su etapa del periódico ABC.

En 1976, el periódico El País publicó tres series fotográficas suyas, todas muy impactantes para época y el contexto político que se vivía entonces en España: ‘La Iglesia española en Levitación’, ‘Grupos políticos’, ‘El desmontaje del Franquismo’.

En 1978 publicó su primer libro ‘El grito de un pueblo’, sobre Guipúzcoa.
A partir de este primer libro, en sus escenarios urbanos lograba reflejar un lenguaje propio: pictórico, desvinculado de connotaciones de orden conceptual con matices de Walker Evans o Robert Fran.

En 1979 publicó ‘Alava Abierta /Araba Zabaldua’, con textos de introducción del filólogo y académico catalán dedicado al estudio del euskera Endrike Knörr.

En 1982 fue elegido pregonero de las fiestas de la Virgen Blanca, de su ciudad Vitoria-Gasteiz, que se celebran del 4 al 9 de agosto.

En 1985 publicó ‘Máscaras y Fermento’ y fotografió a Andy Warhol, a quien puso cara.

En 1987 publicó el libro ‘Vitoria’, con textos de introducción de Julio Caro Baroja.

En 1989, el Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedicó una retrospectiva, que itineró por toda España y se expuso en el Centro Pompidou (Francia)
En 1990, expuso en la Sala San Prudencio su obra ‘Retratos’ y Patrimonio Nacional le encargó ‘Ausencias’ (sobre palacios y monasterios).

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Recapitulando: la obra de Schommer volcada en 70 libros 

De 1991 datan sus ‘cascografías‘, un invento suyo en el que trabajó desde 1974. Se trata de fotografías escultóricas, con volumen apreciable al tacto mediante baños químico al papel arrugado para que se parezca a la piel.

En 1994, la Diputación Foral de Álava le concedió la Medalla de Oro de Álava.
En 1995 publicó ‘Verde’, sobre Guipúzcoa.

En 1996 le nombraron académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y publicó ‘Máscaras’, sobre el Carnaval de Venecia. Y publicó el libro ‘Romanewyork’, editado por Argentaria, donde reúne «en un equilibrio de imágenes sensiblemente diferentes 2.000 años de historia y de poder de Roma y Nueva York»

En 1997 donó a la Diputación Foral de Álava el fondo fotógrafico de su padre Alberto Schommer Koch, que está custodiado en el archivo provincial ubicado en el Paseo de las Universidades de Vitoria-Gasteiz. Y recibió la ‘Distinción 1996’ a su trayectoria artística de manos de la Sociedad Landázuri.
Ese año, el Ayuntamiento gasteiztarra otorgó su nombre a una de las calles de la ciudad, en el barrio de San Cristóbal. Y publicó ‘Fermento’, un trabajo propio sobre los jerezanos.

En 1998 publicó ‘Euskal Herria Gaur’, con textos del famoso escritor vasco Bernardo Atxaga, exhibió sus fotos en la exposición colectiva Aurrezaurre en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz y publicó ‘La vida en los museos’ y ‘Antológica’.

En 1999 expuso una retrospectiva del grupo Orain en homenaje póstumo a Joaquín Fraile en el Centro Cultural Montehermoso y publicó ‘La pasión dorada’, sobre el mundo del toreo.

En el año 2000 recibió el premio del Turismo Alavés otorgado por Ayuntamiento y Diputación Foral.

Y en 2001 volvió a exponer en Montehermoso su exposición ‘Shangai’.
En 2002, el Ayuntamiento vitoriano le dedicó un árbol en el parque de La Florida: un haya de hoja de helecho (Fagus sylvatica Asplenifolia) de 160 años. La placa fue robada en 2014.

En 2002 también expuso en la Sala Amárica de su ciudad su obra ‘Ciudades’, que dio lugar al libro ‘Metrópolis’ y publicó ‘Paisajes Ordenados’.

En 2004, el Ayuntamiento le compró una de sus fotografías para enviarla como regalo de boda al entonces príncipe Felipe, hoy Rey de España.

En 2005, la sala Fundación Vital Kutxa acogió una exposición retrospectiva del grupo Orain.

En 2007 publicó el libro ‘Un cuerpo vivo’, sobre la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz.

En 2008 publicó ‘Transfiguración’, un libro experimental con plantas y flores de gran belleza.

Transfiguración. Schommer

Placa en el Parque de La Florida de Vitoria-Gasteiz – foto: G. Bravo

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Los años del reconocimiento: Premio nacional de Fotografía

En 2009, el Ministerio de Cultura le otorgó la medalla de oro al mérito de las Bellas Artes.

En 2010, el Museo de Bellas Artes de Bilbao exhibió ‘Schommer retrospectiva 1952-2009′

En 2011 expuso ‘La Transición’ en el Archivo Histórico Provincial de Álava.

En 2013 fue Premio Nacional de Fotografía.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le escogió por “su continuada trayectoria fotográfica durante más de cincuenta años, en la que no sólo ha abordado todos los temas, sino que también ha innovado en el medio, desde el punto de vista técnico y experimental; siendo testigo de la transformación cultural y social de nuestro país”.

En 2014 expuso en el Museo del Prado con su serie ‘Máscaras’ siendo el primer fotógrafo español y vivo que lo consigue.

En 2015 falleció su mujer.

Máscaras de Alberto Schommer en el Museo Nacional del Prado

Máscaras es el título de una larga serie de retratos fotográficos realizados en los años ochenta por Alberto Schommer a intelectuales españoles contemporáneos y que componen una de las más originales y emocionantes galerías iconográficas del siglo XX.

El elenco de personalidades retratadas está formado por escritores de varias generaciones (Francisco Ayala, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, José Hierro, Camilo José Cela, Gabriel Celaya y Juan Benet), filósofos e historiadores (José Luis Aranguren y Julio Caro Baroja) y figuras centrales del mundo de las artes plásticas (Antonio Saura, Eduardo Chillida, Juana Mordó, Julio López, José Hernández y Antonio López).

Cada uno de los retratos frontales responde a una misma tipología cuyo precedente histórico se remonta a los bustos esculpidos de las grandes figuras de la Antigüedad clásica, y que tuvo ya su reivindicación moderna en los retratos y autorretratos pintados de intelectuales y artistas que proliferaron a partir del Renacimiento.

BIOGRAFÍA DE ALBERTO SCHOMMER

Últimos años

Su última publicación fue ‘No oculto nada’ en El País, una serie de fotografías en los que los políticos candidatos al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid posaban mostrando sus manos limpias en un contexto en el que la política estaba dominada por la corrupción.

Falleció en San Sebastián, ciudad de su mujer en la que vivió sus últimos años, a los 87 años de edad, el 10 de septiembre de 2015. Falleció tras un proceso cancerígeno, pero fue el 9 de agosto, el día de su cumpleaños, cuando se agudiza la enfermedad. Tras cenar en el Arzak con unos amigos, sintió un fuerte dolor de espalda y al acudir al médico le informaron de la existencia de una metástasis del cáncer que padecía.

El día siguiente a su muerte, tanto el Ayuntamiento de Vitoria como la Diputación Foral de Álava le dedicaron un homenaje en el parque de La Florida, en el centro de Vitoria-Gasteiz, a apenas 200 metros de donde su padre tenía su estudio.

En 2016 su obra se expuso en la renovada Tabakalera de San Sebastián, con gran éxito de asistencia de visitantes.

En el año 2017, la Sociedad Fotográfica Alavesa y otros colectivos, asociaciones, museos, escuelas e instituciones dibujaron un mural en la calle que lleva su nombre con una de sus célebres frases.

El año 2017 terminó sin la sala cultural que el Ayuntamiento prometió inaugurar con su nombre en ese año, tal y como estaba presupuestado.

En los últimos años se ha debatido sobre dedicarle un museo en Vitoria, pero el acuerdo no llega.

Su último trabajo: ‘No oculto nada’

Su última publicación fue ‘No oculto nada’ en El País, una serie de fotografías en los que los políticos candidatos al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid posaban mostrando sus manos limpias en un contexto en el que la política estaba dominada por la corrupción.

Imprescindibles: Alberto Schommer

En el año 2020, Schommer sigue siendo noticia. El artista protagonizó el programa ‘Imprescindibles’ de La2 de TVE el 25 de octubre de 2020 con gran éxito de audiencia: 269.000 espectadores.

Titulado ‘No sonría. Alberto Schommer’, el documental de una hora de duración está dirigido por Alicia de la Cruz y Chema de la Torre y recoge declaraciones de Carlos Pérez Siquier, José María Díaz-Maroto, Rafael Moneo, Rafael Canogar, Luis María Ansón, Iñaki Gabilondo, Juan Luis Cebrián, Enrique Rayon, Luis Malibrán o Miguel Zugaza además del propio Schommer, de sus herederos y fragmentos de entrevistas que el fotógrafo ofreció en sus años dorados así como al final de su vida.