Vida – Obra – Biografía
GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS
José Manuel Navia
José Manuel Navia (1957) es uno de los fotógrafos documentalistas más importantes de nuestro país, creador de un lenguaje y una mirada únicos.
Fotógrafo filósofo, descubrió que la fotografía es el mejor lenguaje posible para hablar del mundo y relacionarse con él.
En la fotografía confluyen todos sus intereses: la filosofía, la antropología y, sobre todo, la literatura.
En sus fotografías prima la atmósfera, la evocación y las sensaciones.
Última actualización: febrero 2021
Biografía de José Manuel Navia
José Manuel Navia nació en Madrid en 1957.
Fue fotógrafo editorial desde los 17 años (1974) hasta los 30 (1987).
En 1979, con 22 años, se casó con Carmen Martín.
En 1980, a los 23 años, se licenció en Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid y fue padre de su primer hijo: Manuel Navia.
En 1987, a los 30 años, dejó la fotografía editorial y se convirtió en fotógrafo free lance, trabajando para la agencia Cover.
Su trabajo como reportero se transformó en una fotografía más personal y demorada, siempre en color y en el ámbito de lo documental.
Sus imágenes se nutren de una raíz profundamente ibérica y exploran territorios y gentes ligados de uno u otro modo a mis orígenes y a su cultura.
Le obsesiona el poder de significación de la fotografía y su relación con la literatura, con la palabra.
En 1992, a los 35 años, pasó a trabajar como free lance para la agencia Vu de París y colaborando regularmente con ‘El País Semanal’.
De 1995 a 1996, de los 38 a los 39 años, fue editor gráfico de El País Semanal.
JOSÉ MANUEL NAVIA
Premio Piedad Isla 2020
El Premio Nacional Piedad Isla de Fotografía 2020, que debía fallarse en noviembre de 2020 pero que la pandemia retrasó al martes 23 de febrero de 2021, ha ido a parar al fotógrafo José Manuel Navia, en reconocimiento a su trayectoria.
Este galardón que entrega la Diputación de Palencia, a través de su Servicio de Cultura, para reconocer toda una trayectoria profesional en esta disciplina artística está dotado con 6.000 euros y recuerda la figura de Piedad Isla, etnógrafa y pionera de la fotografía en nuestro país.
En palabras de la presidenta del jurado y diputada de Cultura, Carolina Valbuena, «José Manuel Navia es un gran profesional de la fotografía en este país, que tiene un gran prestigio y que ha sobresalido en la elección de los candidatos de esta edición; el jurado ha valorado mucho su estilo tan particular, similar al de la propia Piedad Isla, con un gran reflejo del espíritu del medio rural y de esos lugares más escondidos de nuestra geografía y de nuestra sociedad».
Foto: Matías Nieto
La cámara: libreta de notas
Empecé muy jovencito en fotografía como todos los de mi generación pero más que por la toma en sí, por el laboratorio. Cuando eres crío y asistes a la magia del laboratorio, es como una droga para un chaval. Quedas totalmente atrapado.
Antes de trabajar en prensa, en la agencia Cover yo comencé en una editorial de libros de texto. Fue un tiempo para mí muy de formación.
A raíz de un premio, dejé todo y decidí hacerme freelance y así dedicarme de lleno a la fotografía ligada a la prensa. Hice muy poca actualidad. No hice fotoperiodismo típico de noticias, sino fotografía de reportaje. Así pude desarrollar plenamente todo mi interés no sólo por la fotografía sino por la antropología. Lo que parecían dos cosas muy distantes, la fotografía y la filosofía, acaban convergiendo.
Mi sueño era convertir mi cámara en una libreta de notas.
Iba cargado como un burro para no perderme «la foto» mientras los periodistas llevaban sólo libreta y pluma pero las grandes fotografías de la historia se han hecho con elementos técnicos muy sencillos. Y empecé a quitar. Lo primero que quité fue el flash porque si a mí me fascina la luz y si ser fotógrafo es escribir con luz yo quiero disfrutar viendo la luz. No quiero añadir luz…
Con los objetivos igual. ¿Para qué quiero un teleobjetivo si yo me he hecho foto para estar cerca de la realidad? El teleobjetivo se sustituye fenomenal por un buen par de zapatos: así te acercas y hablas con la gente.
Empecé a quitar cosas y cuantas más cosas quitaba me daba cuenta de que las fotos eran más mías.
La idea de quitar es muy específicamente fotográfica. La realidad es el folio del fotógrafo. Tengo que elegir. Fotografiar es quitar desde el principio. Si no haces el juego de quitar no eres fotógrafo porque no logras depurar tu mirada.
Una buena imagen es aquella en la que vemos la intención que había detrás, no solo la calidad de la imagen.
Lo importante es producir imágenes que se queden ahí y nos hagan preguntas.
Si ahora me ofrecieran volver a la película, no volvería. He perdido cosas y he ganado otras, pero me quedo con lo que he ganado.
«Empecé a quitar cosas y cuantas más cosas quitaba me daba cuenta de que las fotografías eran más mías»
«Para mí la fotografía tiene más que ver con la literatura que con las artes plásticas»
Su forma de trabajar
Planifico mucho para luego ser completamente irracional. Voy con la cosa muy preparada para saltármela todo el rato. La fotografía documental se alimenta de la riqueza de la realidad. La realidad siempre me gana, por muy preparado que vaya, pero si no voy preparado no voy seguro. La fotografía es un encuentro con lugares y personas.
Yo vivo el viaje como un estado de trance. El viaje es un rito en sí mismo.
Siempre viajo solo. Es una norma absoluta de trabajo. La soledad me garantiza el contacto con la realidad y me permite ser yo. Si vas acompañado, no te integras de la misma manera. En el fondo es la libertad de no tener cuentas más que al cielo.
La naturaleza es un plató donde tú sueñas un mundo.
Para mí la fotografía tiene más que ver con la literatura que con las artes plásticas. En realidad la fotografía es hija de la pintura y su lenguaje es el de la pintura de un modo u otro pero en un aspecto más profundo la fotografía y la literatura comparten algo para mí fundamental, que es la materia prima, que es el tiempo. La fotografía y la literatura están obsesionadas con la fijación del tiempo. Es mi manera de vivir la fotografía. Muchos de los fotógrafos más jóvenes vienen mucho más del mundo de la plástica pero a mí me interesa el valor documental y narrativo de la fotografía por esa proximidad entre ambas.
Secuencia, narrativa
«Yo trabajo mucho el concepto de secuencia. Una foto aislada puede ser muy interesante, pero me cuesta mucho. Me gusta que la gente pueda navegar a través de mis fotos. Me interesa más el discurso que la imagen aislada.
La idea de la huella me interesa mucho. La huella, a diferencia del aura, nos hace cercano lo que era lejano.
Yo llego a obsesionarme tanto que acabo sintiendo que veo el escenario que fue en el pasado, sin ser historicista. Busco cómo son hoy los lugares de ayer. Me atrae la idea de dar vida a las piedras.
Soy un fotógrafo documental, me interesa la fotografía directa, la cámara en la mano, la fotografía en la calle, el contacto con la gente y con el territorio, con el paisaje.
Nunca he creído en conceptos como el instante decisivo. Como decía Robert Frank, a mí me interesa lo que pasa entre dos instantes decisivos. Me interesa algo más sutil, menos impactante, que tenga una permanencia mayor en el cerebro, en la retina. Una fotografía que queda más, por no querer quedar.
Fotografía sus raíces
Para mí la manera de hacer un trabajo más profundo y personal es trabajar desde mi cultura en un sentido amplio: la cultura ibérica. Me siento un privilegiado por haber nacido en la Pensínsula ibérica, en una tierra de encuentro, de fronteras culturales, religiosas… Cuando viajo fuera voy a lugares que fueron mis antepasados: América latina, el Mediterráneo y especialmente el norte de Africa y Portugal.
Me interesa el territorio. Conocerlo visualmente en vez de literariamente a través de los estímulos que una obra literaria genera en mí. Mi manera de acercarme a la realidad es muy parecida a cómo se acercaría un escritor, desde un punto de vista más íntimo.
Trabajo mucho los conceptos del tiempo y la memoria.
Si no hubiera hecho fotografía, habría escrito, no pintor.
La fotografía es una manera de estar en el mundo.
Escribo mucho para mí, tomo muchas notas en mis viajes. Pero escribir más sería una traición a la fotografía. Sería como decir ‘es que la fotografía no es suficiente’. La fotografía me lo ha dado todo. En la fotografía cabe todo.
Dentro de la fotografía he podido disfrutar de la filosofía, la literatura, la amistad, el amor…».
«Para mí la manera de hacer un trabajo más profundo y personal es trabajar desde mi cultura en un sentido amplio»
Qué lleva en la mochila…
José Manuel Navia
El fotógrafo José Manuel Navia muestra el contenido de su bolsa y recuerda su reconversión al formato digital. Pese a abrazarlo sin manías, confiesa su enorme apego por las libretas de notas y asegura que la mejor forma de sacar buenas fotos pasa por no mirar la pantalla de la cámara.