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Lewis Hine

por Gustavo Bravo

Vida – obra – Biografía

GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS

Lewis W. Hine

Lewis W. Hine (1874-1940) fue uno de los primeros fotógrafos en darse cuenta de que la fotografía podía servir para mostrar las injusticias del mundo y como una herramienta para despertar las conciencias, poniendo el foco en los inmigrantes y en los niños proletarios.
Fue una de las figuras claves de la estética del documentalismo social. Documentaba en una época en la que aquella palabra ni siquiera se usaba.
Sentó las bases del fotoperiodismo social actual y, como curiosidad, fue profesor de Paul Strand, uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX.

Fotografió a los más débiles y luchó contra la explotación infantil en EEUU como ningún otro fotógrafo lo había hecho, implicándose sobremanera: se interesaba por sus fotografiados y donaba lo ganado para donarlo a causas sociales como la mejora de la vivienda o la erradicación de los talleres de explotación ilegal.

Entre sus fotos más famosas destacan los primeros retratos de inmigrantes desembarcando en Ellis Island (1904-1909, 1926) y niños trabajadores (1903-1913), su labor en Europa para la Cruz Roja americana a finales de la Primera Guerra Mundial (1918-1919), o su serie sobre la construcción del Empire State en Nueva York (1930-1931).

Fotografiaba para ilustrar panfletos con papel de mala calidad con la única intención de denunciar la situación de los más desfavorecidos, no siendo hasta sus últimos años cuando se dio cuenta de que sus fotos podían ser expuestas en galerías de arte. Pero sus últimos años no transcurrieron como le habría correspondido…

Última actualización: diciembre 2020

Szarkowski sobre Hine

Cita del libro ‘Looking at photographs’ del MoMa (1973)

«Lewis Hine se educó como sociólogo en la Universidad de Chicago, durante los años en los que John Dewey y Thorstein Veblen estaban en su facultad. Continuó su educación en las universidades de Nueva York y Columbia, y enseñó en la Escuela de Cultura Ética. (Entre sus estudiantes estaba Paul Strand, a quien Hine introdujo a la fotografía).

Hine tenía más de treinta años cuando se dedicó seriamente a la fotografía; por instinto y por entrenamiento concibió al medio como una vía para estudiar y describir las condiciones sociales que lo rodeaban.

Hoy en día se habla de él quizás más a menudo como reformador social que como creador de imágenes. Sin embargo, se dio cuenta de que sus fotografías «no probaban» nada; si iban a contribuir al cambio social, primero debían afectar la sensibilidad de quienes los vieron. Gran parte del trabajo de Hine no es una protesta, sino una celebración de las personas que tenían valor, habilidad, músculo y tenacidad.  En sus imágenes hay poca piedad y mucho amor y respeto por aquellos a quienes casualmente se les llamaba gente común.

Hine fue uno de los maestros con una espléndida cámara nueva llamada Graflex. Para los primeros cincuenta y tantos años de fotografía, el fotógrafo tenía que componer y enfocar su imagen al revés en un vidrio de fondo en la parte posterior de su cámara, después, insertar el soporte que sostenía la placa sensible. Una vez que la placa estaba en la cámara, el fotógrafo disparaba a ciegas, incapaz de cambiar su encuadre o su enfoque. Con el Graflex, por contra, vio su imagen tal como la grabaría la cámara hasta el mismo instante en que apretó el gatillo.

Esto significa que enmarcaba al sujeto con valentía, hasta los mismos bordes del plato; él podría cambiar su ángulo de visión en el último momento; Podía enfocar selectivamente en el plano más importante de su sujeto, permitiendo que los planos más cercanos y lejanos se registraran fuera de foco. La imagen opuesta es característica del nuevo tipo de economía gráfica y contundencia que Hine ayudó a descubrir para la fotografía».

John Szarkowski

Director de Fotografía del MoMa (1962-91)

Retrato de Lewis Hine con dos años (1876)

PRIMEROS AÑOS

Biografía de Lewis W. Hine 

Lewis Wickes Hine Nació el 26 de septiembre de 1874 en Oshkosh (Wisconsin), en el centro de los Estados Unidos.

Winsconsin era entonces el centro de la educación progresista y había un fuerte compromiso de la educación pública, incluso para los más pobres, si bien él no era pobre.

Su padre, Douglas Hine, regentaba una pequeña tienda.

En 1892, con 18 años, coincidiendo con el fin de la enseñanza secundaria en la Oshkosh High School, su padre falleció y tuvo que hacerse cargo de la familia: de su madre, Sarah Hayes, y sus hermanas.

Vendía cucharas puerta a puerta, trabajó como peón en un taller de tapicería para mantener a su madre y sus hermanas, en un banco…

Al año siguiente, en 1893 se cierra el taller. Hine desempeña distintos trabajos no cualificados. Estudia taquigrafía y contabilidad en clases nocturnas.

En 1895, con 21 años, entra como portero en la sucursal de un banco donde ascenderá hasta administrativo, si bien no le gustaba ese trabajo.

Se formó en la docencia y en el campo entonces en auge de la sociología
En 1899, con 25 años, conoció a un maestro que cambió la vida: Frank A. Manny, profesor reformista y director de educación experimental en la Escuela de Magisterio Normal de Oshkosh.

Le animó a que estudiase y, como la educación era gratuita, pudo hacerlo.
Así que en el año 1900, con 26 años, empezó a estudiar magisterio en la Universidad de Chicago con famosos progresistas, como John Dewey (educador progresista y uno de los fundadores del pragmatismo).

Compromiso -vital- con el cambio social

Estableció el compromiso con el cambio social y la educación y ese compromiso le acompañó durante toda la vida.

En 1901, teniendo él 27 años, falleció su madre.

«La fotografía es empatía por el mundo»

Lewis W. Hine

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Profesor de ciencias naturales

En 1903, con 29 años, ya licenciado por la Universidad de Chicago, aquel mismo profesor, que ahora dirigía la escuela de cultura ética de Nueva York, de la que era director: la Ethical Culture School, con una filosofía de educación que se había desarrollado en Nueva York sobre todo para formar a niños hijo de inmigrantes de clase media, sobre todo alemanes y judíos, le ofreció un trabajo como profesor de ciencias naturales, geografía y un poco de carpintería.

Se inició en la fotografía a los 29 años

Y también fue ese mismo profesor que siempre le apoyó quien le sugirió iniciarse en la fotografía.

Se compró una cámara y empezó a aprender a manejarla por su cuenta.
Primero hacía fotos para documentar las actividades de la escuela, pero pronto empezó a enseñar fotografía de manera práctica a sus alumnos, a los que se llevaba a diferentes lugares de Nueva York a hacer y a ver fotos.

Entre aquellos alumnos, de 14 años, a los que siguió enseñando años después se encontraba Paul Strand (en 1907), el gran fotógrafo modernista. Hine le llevó a conocer a Alfred Chiglid. Entonces la comunidad fotográfica era muy pequeña.

Mientras, seguía formándose en educación en la Universidad de Nueva York.
Y en 1904, a los 30 años, se casó. Su mujer era Sarah Ann Rich.

Retrato de Lewis Wickes Hine (1904)

“Quiero fotografiar las cosas que deben cambiar y las cosas que debemos apreciar”

– Lewis W. Hine

 

Retrato de una mujer inmigrante (1905)

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Los inmigrantes de la isla de Ellis: su primer gran proyecto

Su primer proyecto fotográfico serio surgió de una de estas excursiones con sus alumnos a la Isla de Ellis en 1905. Él tenía 31 años.
A aquella isla llegaban 1.000 inmigrantes anuales, lo que suponía una gran preocupación para muchos americanos: diferente aspecto, religión, muchos hijos…

Él quiso ponerle una cara humana a este «problema».

Y de aquella idea nació Immigrants on Ellis Island (Inmigrantes de la Isla de Ellis).

Creó retratos que la gente podía entender, con la gente podía sentir alguna afinidad y documentaba (aquella palabra seguía sin usarse) aquella primera experiencia de llegar a la isla de Ellis, de llegar a América, en busca de nueva vida.

Utilizaba una cámara muy anticuada para la época, pero era la que él se podía permitir.

Iba a la isla de Ellis vestido de traje y corbata con aquella cámara enorme y se metía entre el caos y la confusión, conectando con sus fotografiados.
En 1905, en la Isla de Ellis, detuvo a esta niña rusa por gestos (ni ella sabía inglés ni él ruso) para que se quedara quiera un momento en medio de aquella gran confusión y le hiciera la foto. La niña apenas llevaba 5 minutos en Brookling y ya logró conectar con ella. Esta habilidad le ayudó a trabajar hasta el final de su carrera.

Aquellas fotos de los inmigrantes de 1905 tuvieron mucho éxito.

Fue un año especial para él, además de por la acogida que tuvieron sus fotos, porque se licenció en pedagogía.

Y le engancharon tanto que se pasó 4 años yendo allí a hacer fotos (hasta 1909) e incluso regresó en 1926, con 52 años.

Fotógrafo filantrópico

La filantropía es la tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio.

Él era una persona y un fotógrafo filantrópico, que gustaba relacionarse en ambientes con otras personas filantrópicas.

Por aquel año 1905 asistía a la Columbia School of Social Work y conoció a Arthur Kellogg, director del semanario filantrópico Charities and the Commons, y a otros miembros de la comunidad progresista.

Muchas organizaciones de filantropía se interesaron por sus fotos.

En aquella época la filantropía ya no era sólo que los ricos tuvieran detalles a modo de limosna con los dignos pobres, como había ocurrido hasta entonces. Por aquel año 1905 la filantropía estaba cambiando: surgía el Trabajo Social, que hoy llamaríamos Sociología.

Se creía que estudiando el problema y arrojando luz, podría desaparecer. Y las fotos de Lewis Hine eran muy importantes para llevar a cabo la idea.

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

La explotación laboral infantil

En 1906, con 32 años, empezó a trabajar como fotógrafo freelance, sin abandonar la enseñanza y sin dejar de dar clases prácticas de fotografía a sus alumnos de 14 años (recordamos: 1907, alumno Paul Strand).

Ese mismo año recibió sus primeros encargos del comité nacional de trabajo infantil National Child Labor Committee (NCLC) para fotografiar la explotación laboral infantil en los EEUU. Con ellos trabajaría durante años.

Mientras, se matriculó en la Graduate School of Arts and Sciences de la Universidad de Nueva York, para cursar estudios de posgrado en sociología.

En 1907, con 33 años, el NCLC le encarga investigar las prácticas del trabajo a domicilio en los barrios pobres de Nueva York y reunir documentación fotográfica.

A Hine y a sus colegas les consternaba el retroceso que suponía el trabajo infantil, ya que consideraba que los niños explotados y sin educación se convertían en «basura humana».

El sistema, además, era ineficaz, ya que no permitía que las personas desarrollaban su faceta creativa.

Gran parte de la explotación infantil que Hine presenció era cruel y redactó extensas notas que sirvieron de pie de foto a las imágenes (Ejemplo: Tiene ocho años y no recuerda cuántos años lleva trabajando)

Realizó carteles como el titulado ‘Fabricando basura humana’ que mostraba a unos niños agotados antes de llegar a la edad adulta.

Inmersión con los inmigrantes de Pittsburgh

La Encuesta de Pittsbugh (Pensilvania) fue la primera encuesta de ese tipo en EEUU y para llevarla a cabo, además de los trabajos de estadistas, los trabajadores de asuntos sociales preocupados por la inmigración de esta ciudad y sus problemas utilizaron las fotos de Lewis Hine.

Living Quarters of Workers Family en Old Time NY Tenament, 1910
Hine fotografió dónde vivían, dónde trabajan, lo que hacían un sábado por la noche, lo que hacían en su tiempo libre los inmigrantes de Pittsburgh… pero sobre todo hacía retratos.  Fue entre 1908 y 1910 (entre sus 34 y sus 36 años).

Fotografió a individuos, a grupos étnicos, los resultados de accidentes industriales… y a los niños.

Tenía una afinidad especial con los niños, a los que veía como esperanza de futuro.

En 1912, con 38 fue padre. Su hijo era Corydon Wickes Hine.

«Quizás esté cansado de las imágenes del trabajo infantil. Bueno, también lo estamos el resto de nosotros, pero nos proponemos hacer que usted y todo el país se sientan tan enfermos y cansados ​​de todo el asunto que cuando llegue el momento de la acción, las imágenes del trabajo infantil serán registros del pasado»

Lewis W. Hine

CHILD LABOUR

Documental sobre el trabajo de Hine

La fotografía de Lewis Hine de una niña trabajando en una fábrica de algodón, parte de su serie monumental sobre el trabajo infantil, obligó a los estadounidenses a tener en cuenta la explotación económica de la juventud.

LEWIS HINE

Sadie Pfeifer,
la niña icónica

«Sadie Pfeifer, 48 pulgadas de alto. Ha trabajado medio año. Uno de los muchos niños pequeños que trabajan en Lancaster Cotton Mills. Lancaster, S. C., 30 de noviembre de 1908».

Así se leen las breves notas de por Lewis W. Hine, quien fotografió a esta niña en una fábrica de algodón en Carolina del Sur. La niña supervisaba una máquina de husillo industrial, atenta a los hilos rotos y al cambio de carretes.

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Ruta por Europa

En 1918 viajó por primera y única vez fuera de EEUU. Viajó a Europa, donde acaba de terminar la I Guerra Mundial, contratado por la Cruz Roja Norteamerica para mostrar a los americanos que daban dinero a la Cruz Roja, cómo se ayudaba a los refugiados con su dinero en toda Europa: Balcanes, Italia, Serbia, Grecia, Francia y Bélgica.

Empezó a escribir en la revista de la Cruz Roja.

Las primeras fotos de Europa son de propaganda, mostrando la buena labor de los soldados americanos, pero pronto se enfrentó a la miseria, mucho más severa que la miseria americana.

Aquella nueva realidad le liberó y empezó a encontrar cosas maravillosas que fotografiar, aunque no tuvieran que ver con los refugiados o con la Cruz Roja.
Ahora era simplemente un hombre con una cámara de fotos que observaba, aunque sin dejar de lado que quería mostrar la dignidad de la pobreza y la buena labor de la Cruz Roja.

Siempre volvía a trabajar sobre los niños.

«Si bien las fotografías pueden no mentir, los mentirosos pueden fotografiar»

– Lewis W. Hine

Fotografía de Lewis Hine por Berenice Abbott

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

El individuo y la máquina

A su regreso a EEUU en 1919, EEUU había cambiado: la izquierda se empezaba a influenciar por la revolución rusa y a acercarse al bolchevismo. Pero él seguía siendo humanista y progresista.

En 1920 se trasladó con su esposa e hijo a Hastings-on-Hudson (Nueva York).
Trabajó para las publicaciones periódicas The Survey y The Survey Graphic.
Y volvió a trabajar para el comité contra el trabajo infantil.

Empezó a tomar imágenes de personas trabajando.

Aparecen fotografías suyas en el libro de Homer Folks, The Human Cost of War.

Él empezó a trabajar sobre «el individuo», «el hombre en el corazón de la máquina», «el hombre en el alma de la máquina»… Cuando encontraba un motivo visual que le gustaba, lo repetía.

Creía que el hombre era lo que hacía a la máquina importante.

Le fascinaba la industrialización. El hombre con la máquina. Y la mujer en la fábrica.

Linotyper experto en una editorial del sur, 1920

Sus fotos transmiten el afecto que sentía por sus fotografiados.

Quería fotografiar todos los trabajos que existían.

Corrían los años 20 y como cada vez le llegaban menos encargos de organizaciones caritativas, se planteó trabajar para industriales progresistas.
Con la crisis de los años 20, era el Gobierno el que se encargaba de los pobres, no las organizaciones caritativas ni las industrias privadas.

«Siempre me han interesado más las personas que la gente»

Lewis W. Hine

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Men at work: el primer y único libro de fotografía de Hine

En 1931, justo cuando comenzó la Gran Depresión, le encargaron fotografiar la construcción del Empire State Building: todo un símbolo, una señal de esperanza. Pero a él le interesaban más los hombres que hicieron posible ese edificio, más que el edificio en sí. Sus retratos muestran dignidad y valor.
Hizo fotos todos los días durante dos años.

Laying Beams, Empire State Building Construction, ca.1931

Lewis Hine, Empire State Building Construction Worker Touching The Top Of The Chrysler Building, 1930

Mostraba el trabajo de una forma muy distinta a cómo lo hacían otros. Sí fotografió el edifico, pero sobre todo a las personas.

Tenía 65 años y, sin buena salud, subió ahsta una planta 40 para hacer estas fotos. Era un hombre muy valiente.

Convirtió a los obreros en héroes y sus fotos transmitían esperanza y optimismo.

Logró una conexión muy real entre fotógrafo y fotografiado y quería transmitir heroicidad.

Y publicó su primer y único libro: ‘Men at work’, que realizó para niños, para mostrar que el humano está en el corazón de la máquina y que las ciudades no nacían así como así, sino que las hacían los hombres.

«La fotografía puede iluminar la oscuridad y exponer la ignorancia»

Lewis W. Hine

Lewis Hine jugando al tenis (1935)

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

El declive

El éxito de su libro coincidió con el comienzo de su declive.

Corría el año 1935. El tenía 61 años y la Farm Security Administration (FSA) no contó con él entre el grupo de fotógrafos a los que reclutó para que documentaran la situación de los emigrantes que se dirigían a California.

Entre la lista de elegidos se encontraban artistas jóvenes, en su mayoría deudores de Hine, como Walker Evans (32 años, considerado el fotógrafo de la Gran Depresión y padre de la fotografía documental norteamericana), Dorothea Lange, John Collier o Theodor Jung.

Al saber que su nombre no estaba entre los elegidos, y convencido de que se trataba de un error, Hine se puso en contacto con la FSA.

FSA: «Tu fotografía está anticuada, Hine»

La respuesta que recibió fue desoladora: le dijeron que su forma de fotografiar estaba anticuada y no resultaba adecuada para los fines pretendidos para la campaña.

La negativa de la FSA trascendió y, si ya entonces recibía pocos encargos, comenzó a recibir menos… y menos… y menos… Y se endeudó hasta el punto de que tuvo que cerrar su estudio.

Fotógrafos ‘radicales’ intentaron ayudarle

En 1936, cuando él tenía 62 años, un grupo pionero de jóvenes e idealistas fotógrafos documentales recién fundado bajo el nombre de Photo League, de la que él mismo formaba parte y donde también participaba su alumno Paul Strand, intentó echarle un cable, promocionarle…

Pero la Photo League fue considerada como un grupo comunista radical sospechoso de “actividades antiamericanas” y tuvo que desaparecer.
Como nuevo intento de resurgir, intentó sin éxito vender sus fotos al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa).

Corría 1938 (tenía 64 años) y se reunió con el conservador de fotografía del MoMa, Visita a Beaumont Newhall, que se limitó a escribir y publicar un artículo sobre Hine en ‘The Magazine of Art’, la revista de la Art Association of America.

Única exposición en un museo en 1939, con 65 años

En 1939, cuando ya no tenía encargos y había sido olvidado, le organizaron su única exposición en un museo: en el Riverside de Nueva York.

Él tenía esperanza de que ahora le vieran como un artista… pero no fue así…
Desde 1938 hasta 1940 recibió encargos ocasionales de periódicos como el Hartford Courant y revistas como Fortune y Life, pero no le daba para vivir…

Su situación económica iba cada vez a peor hasta el punto de que la Home Owners Loan Corporation le amenazó con desahuciarle.

«Ya sea una pintura o una fotografía, la imagen es un símbolo que nos acerca de inmediato a la realidad. De hecho, a menudo es más eficaz de lo que hubiera sido la realidad, porque, en la imagen, se han eliminado los intereses no esenciales y en conflicto»

Lewis W. Hine

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Fotógrafo a tiempo completo 

Los siguientes diez años los dedicó a hacer fotos, como fotógrafo freelance, renunciando a su puesto docente para consagrarse a la fotografía.
Publicó miles de fotografías realizadas por todo Estados Unidos con fin de ablandar el corazón de la nación.

«Quería mostrar cosas que debían ser corregidas»

Y no todas las fotografías fueron fáciles de realizar. Los directores de las fábricas no le querían ver ni en pintura. En algunas entraba haciéndose pasar por vendedor de biblias…

«Hine era lo suficientemente astuto para hacerse paso adentro de las plantas. Buscaba donde no era bienvenido, capturaba escenas que estaban hechas para ser escondidas del público. A veces, estaba en verdadero peligro, arriesgándose a ataques físicos cuando los directores de las fábricas se daban cuenta de lo que planeaba… él puso su vida en la línea para lograr capturar una imagen real de los niños trabajadores a inicios del S.XX de América».

Aquellas fotos son los primeros ejemplos de la fotografía documental en EEUU.

Además de hacer las fotos para el comité contra el trabajo infantil, recibió un encargo para ilustrar el libro de Charles Weller Neglected Neighbors in the National Capital.

Puso su primer anuncio, “Lewis W. Hine, Social Photography”, en Charities and the Commons.

Sus fotos sobre el trabajo infantil, en minas y fábricas de Indianápolis, Cincinnati y Virginia Occidental le valieron un premio valorado en 1.000 dólares.

‘Newsboy’ (niño vendedor de periódicos) Dormido en los Pasos, ca. 1912
Y aparecían en la prensa.

Tal éxito tenían sus fotos que puso en marcha el Hine Photo Service, que vende imágenes para su publicación.

De 1910 a 1917 (hasta sus 43 años) se dedicó fundamentalmente a trabajar para el comité contra la explotación laboral infantil.

En 1918 abandonó su trabajo para comité contra el trabajo infantil. Le habían reducido el sueldo de 275 a 200 dólares al mes.

«Si pudiera contar la historia con palabras, no necesitaría cargar una cámara»

Lewis W. Hine

BIOGRAFÍA DE LEWIS HINE

Los dramaticos últimos años 

En 1940, teniendo él 66 años, su mujer murió de neumonía, tras sufrir una gripe y Hine perdió la propiedad de su casa, aunque se le permitió seguir ocupándola como inquilino.

Y meses después, el 3 de noviembre de 1940 el falleció tras someterse a una operación en el hospital de Dobbs Ferry (Nueva York).

Se encontraba prácticamente en la indigencia.

Está enterrado en Ardsley-on-Hudson.

Sus compañeros comunistas custodiaron sus fotos como él quería
Por su expreso deseo, todo su fondo pasó a manos de la Photo League, pero la liga de fotógrafos se disolvió once años después, en 1951, por lo que había que buscar otro protector para su obra.

Su exalumno, compañero y amigo Paul Strand, miembro de la liga hasta su disolución, se dedicó entonces a buscarle un acomodo digno.

Durante las negociaciones, Strand tuvo la satisfacción de poder rechazar una oferta del MoMA para hacerse con la colección.

Una pequeña revancha en nombre de su maestro que llegaba algunos años tarde.

Paul Strand decidió que la obra de su maestro Lewis Hine se quedara en el museo George Eastman House, donde todavía hoy se encuentra y desde donde suele ser prestado con frecuencia para nutrir exposiciones temporales en museos de todo el mundo (en 2012: sala de exposiciones de la Fundación Mapfre).

Se conservan 7.000 fotografías suyas

Hoy la colección se compone de 7.000 positivos y más de 4.000 negativos, junto documentos personales, folletos, catálogos y revistas.

Recientemente se ha adquirido más material, tanto fotografías como impresos, de una sobrina nieta de Hine.

En el año 2012, sus fotos llegaron a España gracias a la Fundación Mapfre, que organizó una exposición de su obra.

 

 

 

 

 

 

‘Cómo la cámara fotográfica puede ayudar en la lucha social’

Artículo escrito por Lewis W. Hine (traducido por Gustavo Bravo)

Por un momento, supongamos ahora que nosotros, como cuerpo, trabajamos contra la amarga providencia, por mejores condiciones en el comercio de las calles de un determinado estado. En el fragor del conflicto hemos contratado los servicios de un fotógrafo comprensivo.

Él ha registrado algunas escenas típicas y conmovedoras de la vida del vendedor de periódicos y sus compañeros de trabajo.

Muestran a pequeños de seis años vendiendo hasta altas horas de la noche; niñas expuestas a la vida pública con sus tentaciones y peligros; escolares a partir de las 5 a.m vendiendo para ir después de la escuela y trabajando todo el sábado y domingo; escenas nocturnas donde los pequeños becarios trabajan hasta tarde dentro y fuera de los salones, aprendiendo la mejor manera de obtener dinero extra de los borrachos, rompiendo la monotonía entre historias de mala suerte por unos centavos, a altas horas de la noche.

Puede que no estemos de acuerdo con ello, pero seguramente no nos interpondríamos en el camino si se propusiera lanzarlos por todos los canales posibles de publicidad en nuestra vida pública.

Hace mucho tiempo que el empresario resolvió afirmativamente la pregunta «¿Compensa la publicidad?» Y el estado actual de las cosas estaba bien expresado en Collier’s Weekly no hace mucho: «En el espectro publicitario no hay límite, y donde todos suenan cada cual más fuerte, el problema de hacerse oír para cualquiera no es poca cosa. La publicidad es arte; es literatura; es invención. Lo único prohibido es el fracaso». Ahora, el obrero, con la materia prima más humana como su única  el comercio, todavía está pasando por los viejos pasos de la duda y la convicción. Pero deben terminar de una manera, porque el público sabrá lo que están haciendo sus servidores, y es para estos Servidores del Bien Común para educar y dirigir la opinión pública. Apenas estamos comenzando a darnos cuenta de la innumerables métodos para llegar a este gran público.

Tome la fotografía de una pequeña hilandera en una fábrica de algodón de Carolina. Como es, hace un apelación. Reforzarlo con una de esas imágenes sociales a lápiz de [Víctor] Hugo en las que dice: «El ideal de opresión fue realizado por esta lúgubre servidumbre. Cuando se encuentran en tal condición en los albores de la existencia, tan joven, tan débil, luchando entre los hombres, lo que pasa en estas almas frescas de Dios? Pero mientras son niños escapan porque son pequeño. El agujero más pequeño los salva. Cuando son hombres, la piedra de molino de nuestro sistema social entra en contacto con ellos y los muele «.

Con una imagen así interpretada con simpatía, qué palanca tenemos para la elevación social. La fotografía de un adolescente, un joven con aspecto de marihuana, que se ha quitado la ropa durante ocho años en otro molino, lleva su propia lección.

Ahora, echemos un vistazo debajo del Puente de Brooklyn a las 3 a. metro. en una noche fría y nevada. Mientras estos chicos que vemos allí esperan, acurrucados, pero alerta, a un cliente, podríamos hacer una pausa para preguntar donde reside el poder en una imagen. Ya sea una pintura o una fotografía, la imagen es una símbolo que nos acerca de inmediato a la realidad. Habla un idioma aprendido temprano en la carrera y en el individuo: atestigüe los antiguos escritores de imágenes y el niño de hoy absorto en su libro de imágenes. Para nosotros, los niños mayores, la imagen sigue contando una historia repleta en la forma más condensada y vital. De hecho, a menudo es más eficaz de lo que sería la realidad han sido, porque, en el cuadro, los intereses no esenciales y en conflicto han sido eliminado. La imagen es el idioma de todas las nacionalidades y todas las edades. El aumento, durante años recientes, de ilustraciones en periódicos, libros, exhibiciones y similares da amplia evidencia de esta.

La fotografía tiene un realismo adicional propio; tiene una atracción inherente que no se encuentra en otras formas de ilustración. [final de la página 356] Por esta razón, la persona promedio cree implícitamente que la fotografía no puede falsificar. Por supuesto, usted y yo sabemos que esta fe ilimitada en el
la integridad de la fotografía a menudo se ve bruscamente alterada, ya que, si bien las fotografías pueden no mentir, los mentirosos pueden fotografía. Se hace necesario, entonces, en nuestra revelación de la verdad, velar por que la cámara dependemos de contratos sin malos hábitos.

No hace mucho, un líder en trabajo social, que previamente me había dicho que las fotografías habían se han falsificado tanto que no fueron de utilidad para el trabajo, aseguró el editor de Kellogg que el las fotografías del trabajo infantil en las Carolinas serían evidencia en cualquier tribunal de justicia.

Moraleja: No desprecies la cámara, aunque la fotografía amarilla existe.

Con varios cientos de fotos como las que he mostrado, respaldadas con registros de observaciones, conversaciones, nombres y direcciones, ¿no podemos refutar mejor a quienes, con optimismo o con hipocresía, difundir la noticia de que no hay trabajo infantil en Nueva ¿Inglaterra?

Quizás esté cansado de las imágenes del trabajo infantil. Bueno, también el resto de nosotros, pero proponemos hacer que usted y todo el país se sientan tan enfermos y cansados ​​de todo el asunto que cuando llegue el momento de
Llega la acción, las imágenes del trabajo infantil serán registros del pasado.

El artista, Burne-Jones, dijo una vez que nunca debería poder volver a pintar si veía mucho de esas vidas desesperadas que no tienen remedio. ¡Qué actitud tan egoísta y cobarde! Cuán diferente es la posición de Hugo de que el gran peligro social es la oscuridad e ignorancia. “¿Entonces qué”, dice, “se requiere? ¡Ligero! ¡Luz en inundaciones! »

El dicho, entonces, del trabajador social es «Hágase la luz»; y en esta campaña por la luz tenemos como agente avanzado, el escritor de luz, la fotografía.

Esta es la era del especialista. Curtis, Burton Holmes, Stoddard y otros han hecho mucho en líneas especiales de fotografía social. El mayor avance en el trabajo social es ser hecho por la popularización del trabajo de cámara, por lo que estos registros pueden ser realizados por aquellos que están en el
grueso de la batalla. No es una propuesta difícil.

En cada grupo de trabajadores seguro que habrá al menos uno que esté interesado en la cámara. Si puedes decidir eso la fotografía sería algo bueno para ti, consigue una cámara, reserva una pequeña apropiación y un tiempo definido para el fotógrafo del personal, ve tras el asunto con un entusiasmo comprensivo (porque el trabajo de cámara sin entusiasmo es como un picnic bajo la lluvia). El fotógrafo local (a menos que es raro) no puede hacer mucho por ti. Lucha tú mismo, para una mejor técnica y mucha simpatía que al revés. ¿Devoluciones? Por supuesto que lo seguirán. Pregúntele a la Sra. Rogers, de Indianápolis, cuyo pedido de trajes de baño (en la pantalla) fue un factor real para conseguirlos. Pedir Mr. Weller, de Pittsburg, uno de los pioneros en fotografía social.

Al final de la mesa redonda que sigue a esta charla, me complacerá encontrarme con los de usted que está interesado en la cuestión de ampliar su alcance en el trabajo de cámara. Si un club de cámara podría ser el resultado, mucho mejor. Aparte de las fases caritativas o patológicas del trabajo social, qué campo para el arte fotográfico permanece intacto en el mundo industrial.

Existe una necesidad urgente de una interpretación inteligente de los trabajadores del mundo, no solo para la gente de hoy, pero para las edades futuras.

Hace años, George Eliot sugirió la necesidad del fotógrafo social con estas palabras:

«Todo honor y reverencia a la belleza divina de la forma», dice George Eliot (Adam Bede). “Cultivámosla al máximo en hombres, mujeres y niños, en nuestros jardines, en nuestras casas; pero amemos también esa otra belleza, que no reside en ningún secreto de proporción, pero en el secreto de la profunda simpatía humana.

«Paint us an angel, if you can, with floating violet robe, and a face paled by the
celestial light; paint us a Madonna turning her mild face upward, and opening her arms to welcome the divine glory, but do not impose on us any esthetic rules which shall banish from the reign of art those old women with work-worn hands scraping carrots, those heavy clowns taking holiday in a dingy pothouse, those rounded backs and weatherbeaten faces that have bent over the spade and done the rough work of the world, those homes with their tin pans, their brown pitchers, their rough curs and their clusters of onions.

«Es necesario que recordemos su existencia, de lo contrario puede que nos vayamos sacarlos de nuestra religión y filosofía, y enmarcar nobles teorías que sólo se ajustan a un mundo de los extremos. Por tanto, dejad que el arte nos las recuerde siempre; por lo tanto, tengamos siempre hombres dispuestos a dar los dolores amorosos de la vida a los fieles representantes del lugar común cosas, hombres que ven belleza en las cosas comunes y se deleitan en mostrar cómo bondadosamente la luz del cielo cae sobre ellos «.