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Raymond Depardon

por Gustavo Bravo

Vida – Obra – Biografía

GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS

Raymond Depardon

Raymond Depardon (1942-) es fotoperiodista y director de cine documental. Leyenda viva del mundo de la fotografía y del cine documental en Francia, principal precursor de un estilo conocido como “el cinema direct”, con una visión única y precisa, independientemente de dónde ponga el foco: ya sea en el mundo rural, el funcionamiento de la justicia o la vida política.

Su proyecto fotográfico más extenso es el del muro de Berlín, que comenzó en 1961 con la fotografía de los primeros ladrillos de los que se convertiría en una pared que separó a los berlineses durante 28 años y que ha seguido fotografiando hasta la actualidad siendo testido de la peregrinación del terror que hoy se ha convertido en un acontecimiento turístico de primer nivel.


Parafraseando el léxico militar, pero totalmente alejado del mismo, Departon confiesa que su estilo «se basa en la emboscada. Lo que hago es esperar a capturar el momento en que las personas se expresan y dicen algo único».

Última actualización: mayo 2022

PRIMEROS AÑOS

Biografía de Raymond Depardon

Raymond Depardon nació el 6 de julio de 1942 en Villefranche-sur-Saône, Francia, en el seno de una familia de agricultores que vivía en una granja autosuficiente en la que había vacas, cerdos, gallinas, se sembraba trigo, se recogían uvas… La granja garet.

Fue el segundo hijo de la familia. Tuvo una infancia feliz en la granja familiar de Garet con su hermano Jean. Cuando tenía 12 años su padre le regaló una cámara de fotos 6×6 de la marca Lumiere y aprendió a utilizarla con un curso de correspondencia. Sus primeras fotos muestran escenas de su vida en la granja familiar en la que instaló un laboratorio de revelado. En aquella época, a la casa familiar llegaba la revista gráfica Le Miroir a la que estaba suscrito su tío.

Además de hacer fotos por pasión en la granja familiar, hacía fotos de manera profesional, como aprendiz en una óptica y ayudante de un fotógrafo local.

Tal era su pasión que, pese a la oposición familiar, que no veía futuro en la fotografía, en octubre de 1958, a los 
16 años de edad, se mudó a Paris, a 400 kilómetros de su granja, para trabajar como asistente del fotógrafo Louis Foucherand, quien el año siguiente se unió al periodista Louis Dalmas, creador de la prestigiosa agencia Photo Dalmas. Raymond estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado.

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

Reportero gráfico en la agencia Dalmas

Corría 1960, Raymond tenía apenas 18 años y recibía encargos como freelance de la recién creada agencia Dalmas, en la que trabajaba su exjefe Louis Foucherand consciente del talento -e insistencia- de su aprendiz.

El periodista fundador de la agencia Dalmas, Louis Dalmas, era un emprendedor. Un periodista desafiante contra la rutina, las ideas prefabricadas y los prejuicios, creador de la primera grabación radiofónica de un parto sin dolor, de la primera película de saltos de paracaidismo fotografiados por otro paracaidista… Era un genio creando exclusivas y quería contar con Raymond en sus filas en una época en que, como el fotógrafo Louis Foucherand publicaría el libro ‘La vida de un reportero’ los artículos de la prensa escrita dejaban de estar ilustrados por caricaturistas, para ser reemplazados por fotógrafos, alumbrando así un nuevo género de reportajes con potentes imágenes que eran más convincentes que una simple narración.

En aquella época se enviaba a los reporteros gráficos al fin del mundo, para eventos puntuales que llenaban páginas enteras de revistas y se les enviaba no como fotógrafo paparazzi con teleobjetivo sino como fotógrafos a todo riesgo. Y así lo hicieron Foucherand y Dalmas enviando al freelance Raymond al Sáhara. Tal fue el éxito de su trabajo que al regresar fue contratado como fotógrafo de plantilla.

Pero, aun siendo un reportero, siempre se distanció de esta concepción. Para él era más importante aquel momento en el que no ocurre nada. Consideraba que la banalidad era más importante que lo extraordinario y para él «viajar no es nada. Ni turista, ni reportero. No buscar ningún rendimiento. No intentar probar nada”, escribiría décadas después.

Raymon Depardon con 22 años en Tokyo

 

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

El muro de Berlín: su obsesión para toda la vida

Fotografió el muro de Berlín desde su construcción hasta su caída.
El 13 de agosto de 1961 comenzó la construcción del muro que dividió Berlín en dos partes durante 28 años.

Depardon fue enviado a Berlín para fotografiar la visita de Robert Kennedy, hijo de John Kennedy que dos años después pronunciaría allí su famoso discurso «La libertad es indivisible y cuando un hombre es esclavizado ¿quién está libre?”.

El joven Depardon tenía 19 años cuando acudió a fotografiar la visita de Bobby Kenedy. Entonces sólo hablaba francés. Como no sabía expresarse ni en inglés ni en alemán, entró en el sector francés y se convirtió en el único fotógrafo de prensa testigo de una situación única: una calle dividida por el pavimento por el primer prototipo de estructura baja de ladrillo coronada con lonas para evitar que ambos lados se comunicaran. Fue testigo de la construcción del muro.

A partir de entonces seguiría viajando a Berlín como corresponsal para retratar la visita de la Reina Elisabeth, el congreso Tunix, la caída del Muro…

A sus 24 años (1966) cofundó la agencia fotográfica Gamma junto a Hubert Henrotte, Jean Lattès, Léonard de Raemy y Hugues Vassal, famosa en todo el mundo por cubrir el Mayo francés del 68 o la guerra de Vietman.

La división

«El día después de los primeros ataques contra el muro (en noviembre de 1989), tomé esta foto de Occidente, de la policía de Alemania Oriental, con sus uniformes ásperos y feos, de pie en el muro para evitar que los berlineses occidentales treparan».

 

Drive-through

«Después de la apertura de los check points, los primeros berlineses del este comenzaron a entrar al sector occidental sólo para mirarlo. Sus coches viejos producían gases debido a la ínfima calidad de su gasolina. A veces eran aplaudidos por los berlineses occidentales, había escenas muy tiernas «.

 

A través de la brecha

«La gente había comenzado a hacer agujeros en el Muro desde el lado occidental, y encontré a esta joven mirando la gran extensión vacía de tierra de nadie que los alemanes orientales habían creado en el centro de la ciudad a su lado del muro».

 

Hacia el oeste

«Llegué a Berlín lo más rápido que pude y llegué el día 9, justo cuando la división de la ciudad finalmente terminaba. Esta escena tuvo lugar el día 10 de la noche. Estos son berlineses occidentales. Los soldados habían desaparecido, había silencio, casi un ambiente religioso».

 

Después de la caída

«Esto es junio de 1990, seis meses después de la caída del muro, la antigua tierra de nadie en el lado oriental. Los grandes edificios sombríos albergaban instituciones estatales, tal vez incluso la Stasi, la policía secreta».

 

Ahora, entonces

«Una foto de mi última visita en 2013, la sección del antiguo muro entre Checkpoint Charlie y Potsdamer Platz. Ahora es parte del recorrido turístico obligatorio de la topografía de la violencia. Muchos jóvenes hacen la peregrinación, a quienes se les cuenta la historia de la división de Berlín es parte de la historia «.

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

De la fotografía al cine documental y Magnum

1974 empieza a rodar y registra la realidad logrando que la cámara se convierta en invisible para las personas retratadas y pudiendo mostrar los acontecimientos tal cual ocurren.

«Yo coloco la cámara sin gente, sin luces, sin técnicos y dejo que registre. Quien quiera cosas manipuladas y cliqués ahí tiene el cine de ficción».

Su filmografía está muy influenciada por su trabajo fotoperiodísitico.

En 1978, a los 36 años de edad, entró a formar parte de la agencia Magnum (creada en 1947) y para ellos realizó reportajes durante un año: sólo un año más, porque Depardon quería dejar de ser un reportero. Llevaba varios años considerando la fotografía como una forma de expresión o documentación, pero no como una explicación de un evento como cuando el trabajo es para la prensa.

En 1979, con 37 años de edad, con las notas que escribía en su diario por las noches en los hoteles de Líbano y Afganistán durante su último viaje publicó el libro Notes en el que cada foto iba acompañada de un texto destinado a la mujer  a la que amaba sin ser correspondido. A simple vista este libro podría parecer un libro de fotos de guerra, pero era una búsqueda de sí mismo, un reflejo de sus emociones.

Para Depardon, el acto de la escritura ofrece una temporalidad distinta del acto de tomar una imagen. El escritor fundamentalmente se escucha a sí mismo e impone su ritmo, mientras que durante el acto de fotografiar el artista debe permanecer en silencio, escuchando una voz ajena, a la espera de un momento no decisivo sino esencial.

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

La caída del muro de Berlín

Corría 1989 y ya era miembro de la agencia Magnum cuando el periódico francés Libération le reclamó en Berlín con urgencia.

Como en aquella jornada de 1961, deambulando por calles secundarias sin presencia de otros fotógrafos, fue testigo de una escena para la historia: una imagen de berlineses orientales vestidos paupérrimamente caminando con pasos temerosos hacia el occidente que rompieron a llorar a recorrer esos 100 metros que llevaban 28 años sin poder pisar.

Tras la caída, siguió visitando Berlín para retratar la reconstrucción de estos dos lados que pese a no contar con el muro que les dividió durante tres décadas realmente nunca desapareció.

Fruto de su inmenso archivo berlinés, que siguió completando con fotos del Berlín contemporáneo, una ciudad fracturada y fascinante de monumentos, eclecticismo y autorrealización publicó el libro ‘Berlín’, en el que también aparecen sus fotos de los turistas que visitan el muro.

Depardon ha apoyado al movimiento que luchaba para evitar la demolición del último kilómetro del muro y que así nunca se olvide y repita la historia.

«Una foto de mi última visita en 2013, la sección del antiguo muro entre Checkpoint Charlie y Potsdamer Platz. Ahora es parte del recorrido turístico obligatorio de la topografía de la violencia. Muchos jóvenes hacen la peregrinación, a quienes se les cuenta la historia de la división de Berlín es parte de la historia «.

“Una fotografía es el fruto de un pensamiento. Existe porque ya estaba allí, enterrada dentro de uno mismo. Es la afirmación de un pensamiento”

– Raymond Depardon

 

Glasgow, su trabajo en color más notable y atemporal

En 1980, en plena era Thatcher, The Sunday Times Magazine le encargó a Raymond Depardon hacer un reportaje gráfico sobre la ciudad de Glasgow.

Era la ciudad más grande de Escocia y la tercera del Reino Unido tras Londres y Birmingham. En el pasado, había sido una ciudad obrera poderosa y rica que sufrió un importante giro económico y cultural. En el momento en el que Depardon hizo el trabajo, contaba con barriadas muy pobres.


Glasgow conservaba su patrimonio arquitectónico de la época victoriana (1837 – 1901) cúspide de la Revolución Industrial y del Imperio británico: plazas magestuosas, fábricas inmensas, kilométricas calles de bloques de viviendas del trabajadores… pero a Depardon le llamaron la atención sus barrios marginales y zonas portuarias, así como los vecinos que allí resistían al cambio.

Aquél era el verdadero espíritu de la ciudad a ojos de Depardon.


Aquel reportaje no llegó a publicarse y las fotos permanecieron guardadas cajas hasta que en 2013 se inauguró exposición ‘Un momento tan dulce’ en el Grand Palais de París, con 160 fotografías de Depardon, la mayoría inéditas, entre ellas 68 impactantes fotos en color de la serie Glasgow.

En ellas, Depardon captó como nunca la luz de Escocia y un paisaje urbano desaparecido, con cielos nublados y suelos mojados a los pies de los antiguos trabajadores que caminan junto antiguas fábricas y por las aceras de los oscuros bloques de viviendas en ruinas. Coches solitarios de contrastados colores, niños que se asombran ante la presencia del fotógrafo y jubilados sin nada que hacer durante horas.


Aquellas fotos formarían parte en 2016 del libro homónimo en el que Depardon traslada su visión grisalla (pintura realizada con diferentes tonos de gris, blanco y negro, que imita relieves escultóricos o recrea espacios arquitectónicos) sobre Glasgow. Su Glasgow no era rico, ni mercantil, ni burgués, ni florecientemente, ni próspero, como se ve en estas fotos.

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

‘Rural’, un regreso al origen de Raymond Depardon

Durante dos décadas, desde los 90, Raymond Depardon recorrió un mundo que vivió en primera persona de niño: la Francia rural con su cámara de 6×9. «Fotografiar y filmar a los agricultores significa entrar en su vida privada y crear relaciones de confianza a lo largo de muchos años».

Exploró el mundo agrícola y fotografió a sus protagonistas en sus granjas y campos con película de blanco y negro; al ganado en su territorio; la propia tierra antes y después de dar fruto; los pueblos de los ganaderos en días de sol y esos mismos pueblos en días de nieve; sus carreteras, sus caminos de parcelaria, el bar del pueblo…

Fruto de esos años de trabajo en otoño de 2020 publicó el libro ‘Rural’ con la Fundación Cartier Bresson, el que cuenta la historia de la tierra, la gente, el trabajo manual, el aislamiento y la fragilidad de las pequeñas granjas, pero también la belleza de la campiña francesa.

Cada foto ocupa toda la página, dejando un espacio bajo cada foto para explicar quién es la persona a la que vemos, dónde se encuentra y en qué año tomó la foto. En el caso de los paisajes: el lugar y el año.

Se trata de escenas iluminadas por el sol, de ovejas en laderas solitarias y pequeños pueblos antiguos y espaciosos se yuxtaponen con las mismas escenas en invierno, donde esos mismos pueblos y laderas ofrecen nuevos contrastes, como entre la nieve intacta y la tierra oscura agitada por los granjeros y su ganado a solo unos metros de distancia. Este trabajo se publicó como un homenaje a las raíces de Raymond Depardon.

 

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

‘Traverser’: la antología más personal de Depardon

En 2017 la Fundación Cartier-Bresson publicó el libro ‘Traverser. Raymond’, que repasa su vida y gira en torno a cuatro temas principales: la terre natale [patria], les voyages [viajes] (el ir y venir de un nómada que siempre retorna a sus orígenes: la granja de su infancia), la douleur [dolor], l’enfermement [confinamiento] (destilan la angustia que como creador y como persona ha perfilado su trayectoria artística) e incluye textos del propio autor : una reflexión sobre el acto de la fotografía.

A lo largo de las páginas de este libro Raymond Depardon cuenta cómo se forjó su identidad como fotógrafo; un punto de encuentro entre lo real y lo imaginario. “Intento enmarcar el mundo real que tengo enfrente. En verdad, no suele ser muy interesante. ¡Tengo que soñar!”.

El libro acompañaba a la exposición homónima y trata sobre la necesidad del artista de encontrar su inclinación. De la búsqueda de Depardon de su propia voz. De ahí la importancia de los textos que acompañan a cada fotografía. Son las imágenes tomadas como fotógrafo de guerra, donde el artista se enfrenta tanto al dolor de los protagonistas de sus imágenes como al suyo propio. Y aquellas tomadas en los psiquiátricos y en las cárceles, que reflejan la obsesión del creador por los muros.

En la actualidad, Raymond Depardon sigue protagonizando exposiciones como ‘La vita moderna’ en otoño de 2021 en Milán, organizada por la fundación Cartier Bresson. A la fecha de actualización de esta biografía, (mayo de 2022) el artista tiene 80 años de edad, goza de buena salud y es habitual verle en exposiciones de fotografía, como retrata y publica su esposa Claudina Nougaret en su perfil de Instagram.

“Hoy tomo venganza por los temores del periodista. He sufrido un estado permanente de voyeurismo, asalto, preocupación, solicitud… era necesaria toda la fuerza de mis raíces campesinas para no ceder a la locura”

– Raymond Depardon

BIOGRAFÍA DE RAYMOND DEPARDON

Director de Cine directo

En la actualidad, se dedica por entero al cine documental y es uno de los directores de cine documental más prestigiosos del mundo. Trabaja junto a su pareja desde hace más de dos décadas: su mujer, la productora y jefa de sonido de sus películas Claudine Nougaret.

Para él el sonido es fundamental. “Vengo de la fotografía y muy pronto me di cuenta de que hay algo que diferencia al mundo de la foto del mundo del cine: las palabras y el sonido. Llegué al cine en los años 60 y en ese momento se produjo la revolución del sonido sincrónico. Se acabaron los cables que unían las cámaras con los magnetófonos. Eso me posibilitó hacer una película como 1974, une partie de champagne y grabar las conversaciones con Valéry Giscard d’Estaing durante su campaña de una manera libre. Sin el sonido sincrónico nunca hubiera podido hacer esta película”.

“Mi cine se basa en la emboscada. Ese es mi estilo. Y no me refiero a la emboscada en el sentido militar de la palabra, yo no pretendo matar a nadie (risas). Lo que hago es esperar a capturar el momento en que las personas se expresan y dicen algo único”. 

“Hay muchos estilos de documental, pero el mío se basa en rodar en el lugar de los hechos. Encontrar esa ‘war room’, un término que viene del cine directo, y que consiste en descubrir el lugar donde se va a producir el instante que quiero captar o la conversación que debe quedar registrada. En mi cine siempre existe esa ‘war room’ que puede ser una sala y otras veces puede ser la cocina de una casa”

“En el cine no existe ese concepto puramente fotográfico que es el ‘instante decisivo’. Para que pase algo en pantalla hay que rodar lo de antes y lo después de ese momento. En la foto puedes esperar, pero aquí eso no funciona. Las personas hablan y se mueven y tu obligación es rodar hasta que en un momento nace la secuencia por sí sola”.

«El cine está hecho de pequeños milagros que suceden frente a la cámara».

En El Chad, en 1974 fotografió y rodó el secuestro de la etnóloga francesa François Claustre a manos de rebeldes a lo largo de los tres años que duró.

En 1974 comenzó a rodar documentales: 1974, Une Partie de Campagne y San Clemente.

En 1981 rodó el documental ‘Reporters’, en el que mostraba a los fotoperiodistas de Gamma trabajando durante la campaña para la elección presidencial francesa

Rodó ‘San Clemente’ en 1982 en un hospital Venecia y ‘Urgencias’ en 1988 en un hospital de París.


Y en 1991 fue galardonado con el Gran Premio Nacional de la Fotografía. Y en los años posteriores sus películas recibieron importantes premios como el César al mejor documentalde Délits Flagrants (1995) , en el sistema de justicia francés, recibió un Premio César al mejor documental, y en 1998 recibió emprendió el primero de una serie de tres películas dedicadas al mundo rural francés.

La Maison Européenne de la Photographie en París organizó una importante exposición de su obra en 2000.

La secuela de su obra sobre la justicia francesa se mostró como parte de la selección oficial en el Festival de Cine de Cannes en 2004.

Y realizó una instalación de películas en doce grandes ciudades, exhibidas en París, Tokio y Berlín entre 2004 y 2007.

En 2006, fue invitado a ser director artístico de Rencontres Internationales d’Arles.

En 2016 estrenó el documental ‘Les habitantes’, una radiografía del pueblo francés en el que Raymond Depardon filma a los franceses para mostrarnos cómo hablan. De Charleville-Mézières a Niza, de Sète a Cherburgo invita a las personas que ve por la calle a conversar sin limitaciones y libremente. Y, con las fotos del rodaje en 2017 se organizó una exposición en Sevilla.

En 2017 estrenó el documental ’12 Jours’, rodado en Lyon, así llamado por por una ley del Gobierno francés que obliga a sentarse frente a un juez a todos aquellos pacientes ingresados en instituciones que no lo hayan hecho por su propia voluntad.  Cada año en Francia 92.000 personas son ingresadas en centros psiquiátricos sin su consentimiento. Según la ley, el hospital tiene 12 días para llevar a cada paciente ante un juez. Sobre la base de los historiales médicos y las recomendaciones de un doctor, hay que tomar una decisión crucial: si el paciente debe irse o debe quedarse. Son doce días después de los cuales una vida puede cambiar para siempre. El prestigioso director y fotógrafo Raymond Depardon, que ha tenido acceso por primera vez a esas audiencias, recoge estos extraordinarios encuentros entre la justicia y la psiquiatría.