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Alfonso

por Gustavo Bravo

Vida – Obra – Biografía

GRANDES FOTÓGRAFOS Y FOTÓGRAFAS

Alfonso

ALFONSO no es un fotógrafo, sino una saga familiar de fotógrafos, maestros del reporterismo, que empezó con Alfonso Sánchez García (1880 – 1953) y siguió con sus tres hijos que heredaron su pasión por la foto: el primogénito Alfonso Sánchez Portela (el mayor y más conocido de los tres), Luis y José.

Con un amplio archivo de medio millón de fotografías, se consagraron como geniales fotoreporteros, retratistas y fotógrafos costumbristas de una Madrid castiza, siempre detrás de la noticia.

Última actualización: enero 2022

«El que atesora un archivo hace Historia»

– Alfonso Sánchez Portela

Las claves de la obra de los ALFONSO

El estudio fue capaz de mantenerse a lo largo de todo el siglo XX a pesar de los muchos conflictos, complicaciones e incluso penurias, gracias al ingenio y buen hacer de toda la familia. El archivo, fruto de su trabajo y constancia, es probablemente el más importante de la historia reciente de España.

Fotógrafos por encima de todo

Testigos de todo el siglo XX

Desde las primeras fotografías de Alfonso padre hasta los últimos retratos de Alfonso hijo, esta saga de fotografos fue testigo de los principales acontecimientos sociales y políticos en España desde finales del Siglo XIX hasta finales del XX.

Adaptación a los tiempos

Los ALFONSO fueron capaces de seguir trabajando libremente durante todo el periodo de cambios de principios de siglo a pesar de los vaivenes políticos, e incluso mantuvieron su estudio abierto durante la dictadura franquista, a pesar de que se les prohibió ejercer de fotoperiodistas.

Destreza técnica incontestable

El estudio, especialmente Alfonso hijo, utilizó grandes cámaras de placas siempre que pudo, aunque eran mucho más complicadas que las pequeñas y portátiles de 35mm, más aconsejables para el oficio de reportero gráfico. Esta predilección por la calidad ha dejado estampas preciosas a pesar del maltrato del tiempo y del descuido institucional.

¿Quién fue ALFONSO?

¿Quién fue Alfonso Sánchez García?

Alfonso Sánchez García, patriarca de la familia, abrió su primer estudio en la calle Fuencarral número 6 y estrenó el logotipo modernista que identificará a partir de entonces a la empresa fotográfica ALFONSO.

Tras el éxito de sus imágenes del conflicto de Marruecos, en 1915 creó la Agencia de Información Gráfica de Prensa, un proyecto familiar al que se sumaron sus tres hijos varones y que contó con el apoyo de sus hijas Victoria y María y su mujer María Portela en otras labores.

A Alfonso padre se le debe la ingeniería de la empresa y la organización del entramado que permitió que las fotografías de la firma ALFONSO llegaran a casi todos los periódicos de la época. Las fotografías con el sello ALFONSO llenaron las páginas de los diarios ofreciendo una crónica visual sin precedentes en la prensa española.

La excelencia técnica de Alfonso padre la heredó su hijo Alfonsito.

¿Quién fue Alfonsito Sánchez Portela?

Alfonsito, además de heredar la excelencia técnica de Alfonso Padre, añadió una audacia nueva en los contenidos periodísticos y una excelencia compositiva que identificó a la firma ALFONSO. El joven Alfonso, 22 años menor que su padre, sintonizó con el renacer republicano, la capital y sus tradiciones populares. Fue un gran creador de imágenes de la vida cotidiana de la ciudad de Madrid, de su tiempo de ocio, sus espectáculos y sus toreros, sus eventos deportivos, pero también de sus sucesos y de la pobreza y miseria de sus arrabales.

«Alfonsito fue el hombre que dio vida a los diarios iniciando el reportaje gráfico. En los barrios madrileños se le conoce más que a los Romanones. Los toreros, los escritores, los músicos, los cómicos, los banqueros, toos han posado ante su objetivo en la calle de Fuencarral. En cuanto ocurre un crimen o se hace un vuelo transatlántico, el público acude a los escaparates de Alfonso para apreciar de cerca la cara del asesino, las heridas de las víctimas o los héroes de la aviación. Y Alfonsito es el hijo de Alfonso», explica el historiador Publio López Mondéjar sobre Alfonsito.

PRIMEROS AÑOS

Biografía de Alfonso

Alfonso Sánchez García (padre) nació el 21 de febrero de 1880 en Ciudad Real.
Sus padres eran empresarios teatrales itinerantes que, tras tenerle a él, se mudaron a Madrid donde tuvieron dos hijos más.

Su padre falleció siendo él un niño y entró de aprendiz de laboratorio y fotógrafo de prensa con sólo 13 años.
Alfonso comenzó a trabajar en 1893 en el estudio de uno de los fotógrafos más famosos de la capital: Amador Cuesta, en la calle Toledo, 63. Allí estuvo tres años y aprendió a trabajar en laboratorio, desde el positivado hasta el retoque, a la par que acompaña a varios periodistas locales para hacer las fotografías de sus noticias.

En 1897, con 17 años, sus fotos ya aparecían en la Revista Moderna, que acababa de nacer. Esta revista publicaba fotografías del estudio de Manuel Compañy, donde Alfonso acaba de empezar a trabajar realizando retratos de cómicos y toreros.

En 1899, con 19 años, el reportero Manuel Asenjo le regaló la que sería su primera cámara y en el estudio de Manuel Compañy le ascendieron a oficial de operadores.
Sólo un año después, en 1900, a los 20 años de edad, Compañy le nombró encargado de la galería de la calle Fuencarral. Y ese año inició su colaboración en el diario ‘El Imparcial’.

Económicamente muy bien independizado, en 1902, con 21 años de edad, se casó con la hermana del fotógrafo José Portela, María Portela, y se fueron a vivir a La Latina (calle Mancebos 2, cerca de la iglesia de San Andrés). A los nueve meses nació el otro protagonista de este artículo: el primero de sus cinco hijos Alfonso Sánchez Portela ‘Alfonsito’ o ‘Alfonso hijo’ (16 de noviembre de 1902). Alfonso padre tenía 22 años.

Compañy, jefe de Alfonso padre, fue el padrino del bautizo de Alfonso hijo.

 

Mujer lavando en la tabla de restregar (1904). Alfonso Sánchez García

BIOGRAFÍA DE ALFONSO

Fotógrafo con estudio propio

Para 1904, a sus 24 años, ya tenía fama propia. Empezó a firmar sus fotos como ALFONSO y se animó a montar su estudio en su nueva casa de la calle Carretas 27: una casa-estudio-laboratorio fotográfico.

Allí hizo una de sus fotografías pictoralistas más importantes: ‘Mujer casera’, en la que se ve a su mujer María Portela lavando la ropa, con la que obtuvo el I Premio del Concurso Internacional celebrado en Nueva York. Hizo una copia de 2 metros de altura y la colgó en su estudio.

Ese año 1904 fue nombrado responsable de fotografía del diario ilustrado El Gráfico, del grupo de El Imparcial, lo que le dio acceso a todas las personalidades del momento: actrices, familia real… y los sucesos más importantes: como el hundimiento del Canal de Isabel II, donde murieron 30 trabajadores.

En 1905 empezó a comerciazalizar tarjetas postales con agunas de sus fotografías de estudio y ese año fue padre por segunda vez: nació su hija Victoria, tres años menor que Alfonsito.


En 1907, a sus 27 años, Alfonso padre abrió su primera galería en la Calle General Castaños (antes era de su cuñado, el fotógrafo José Portela, hermano de su mujer). Instaló un laboratorio para los reportajes de prensa y su mujer le ayudaba a positivar y retocar sus fotos.

Ese año 1907 empezó a colaborar con el periódico El Heraldo de Madrid donde publica reportajes de tipos populares y escenas de la ciudad y fue padre por tercera vez: nació María. Alfonsito tenía 5 años y Victoria, 2.

Al año siguiente, 1908, fue padre por cuarta vez: nació su hijo hijo varón, Luis.

Estaba a punto de estallar la Guerra del Rif, también llamada la Segunda Guerra de Marruecos o, simplemente, Guerra de África: un enfrentamiento originado por la sublevación de las tribus del Rif, una región montañosa del norte marroquí, contra las autoridades coloniales española y francesa

«Yo soy un hombre que habla con la máquina, porque mi palabra está en la película y el objetivo. Todo el que contemple mis fotografías conocerá mi forma de ver y sentir»

– Alfonso Sánchez Portela

BIOGRAFÍA DE ALFONSO

El fotógrafo valiente de la Guerra del Rif 

En 1909, teniendo Alfonso 29 años, la situación en El Rif se complicó y, tal y como su jefe Compañy se consagró con los sucesos de Melilla, él decidió acudir a dicha contienda para demostrar su valía. 

Recorrió junto al periodista José Rocamora el Barranco del Lobo, el Monte Gurugú y otros emplazamientos de la guerra. Y sus fotos se publicaron en Nuevo Mundo y en El Liberal, que las editó en formato cuadernillo bajo el título ‘Álbum de la guerra de África’.

Allí realizó uno de sus primeros reportajes de gran éxito: el desastre del barranco del Lobo. Se había embarcado con un batallón de cazadores de la guarnición de Madrid, en una expedición de castigo contra los rifeños rebeldes que habían asesinado a varios trabajadores de las minas españolas en la región.


La columna española fue emboscada muriendo un general, cinco jefes, ocho oficiales y casi 200 soldados, a más de 600 soldados heridos y 50 jefes y oficiales también heridos. Un desastre sin paliativos.
Alfonso alternó la cámara con la camilla para atender heridos y al año siguiente, 1910, cuando tenía 30 años de edad, su valor en el frente de batalla fue recompensado con la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar con distintivo rojo por iniciativa de los jefes y oficiales del Estado Mayor del Ejército de África.

A su regreso a Madrid, trabajó en exclusiva para El Heraldo de Madrid y, dado su éxito, decidió invertir en un nuevo taller en un ático de la calle Fuencarral, con la doble función de agencia de prensa y galería de retratos.

En 1912 realizó un reportaje del entierro de José Canalejas, asesinado por el anarquista Manuel Pardiñas. 

En 1913, teniendo su hijo Alfonsito sólo 11 años, ya podía contar con su ayuda en el laboratorio.

Y en 1914 fue padre por quinta y última vez: nació su tercer hijo varón: José.

Toma del monte Gurugú. Alfonsito (1921)

La tragedia del monte Arriut. Alfonsito (1921)

Retrato a Abd-el Krim. Alfonsito

BIOGRAFÍA DE ALFONSO

Alfonso crea la Agencia de Información Gráfica de Prensa 

En 1914 Alfonso firmó un acuerdo con el grupo Prensa Gráfica para la cesión de fotografías sobre temas de actualidad.

La eclosión de la prensa gráfica reclamaba imágenes de actualidad. Y en 1915 creó la Agencia de Información Gráfica de Prensa Alfonso, que a final de dicho año ya tenía 12 empleados.

En 1917 Alfonso padre cubrió la huelga revolucionaria contra la recesión económica y el aumento de los precios, convocada por socialistas y anarquistas e inauguró una exposición de retratos de personalidades donde incluyó la serie ‘Oradores políticos en sus gestos’, en el estudio-galería de la calle Fuencarral. Ese año 1917, dada su aportación al fotoperiodismo, los reporteros gráficos le pidieron al gobierno que otorgara a Alfonso la Cruz de Alfonso XII, pero la petición no prosperó. En 1918 Alfonso padre compró el estudio de Amador, donde había aprendido el oficio.

En 1919, con 39 años, Alfonso cofundó el diario La Libertad, dirigido por Luis de Oteyza.

Ese año 1919, Alfonsito, que ya tenía 17 años, empezó a trabajar con Alfonso padre en reportajes de calle. 


En 1921 Luis, segundo hijo de Alfonso, que tenía 13 años, se sumó a la empresa familiar realizando reportajes sobre Madrid hasta los 17 años (2021-2025).

En 1926 sus cinco hijos ya trabajan en la empresa ALFONSO, que tiene 22 empleados. Alfonsito tiene 24 años y es un exitoso reportero, Victoria tiene 21 años y es la secretaria y relaciones públicas, María tiene 19 años y es la responsable de pedidos, Luis tiene 18 años y ya lleva varios como reportero y José, de 12 años, sigue la estela de sus hermanos. Mientras, la mujer de Alfonso padre y madre de los cinco sigue positivando y retocando las fotos.

La firma ALFONSO se identifica con el nuevo gobierno y cultiva una relación franca con el presidente Niceto Alcalá Zamora, a quien acompaña como fotógrafo en varios viajes por la península. Es el momento de la cultura popular, verbenas, concursos y certámenes artísticos ante su cámara. Retrata a Federico García Lorca, Margarita Nelken, Antonio Machado y José Ortega y Gasset, y traba profunda amistad con Ramón Gómez de la Serna, que escribirá sobre las fotografías de personajes y situaciones que le proporciona Alfonso para su colaboración con el diario Luz.

 

En 1933 se funda la Unión de Informadores Gráficos de Prensa (UIGP), organismo para la representación y defensa de los intereses de los profesionales y Alfonso padre es elegido presidente y Alfonsito, secretario. Alfonso padre tiene 53 años y Alfonsito, 31. Por primera vez se consigue el permiso para cubrir desde dentro las sesiones del Congreso de los Diputados.

La llegada a España en 1932 de las cámaras de 35 milímetros Contax y Leica, con ópticas mucho más luminosas y de un tamaño y peso menor, permiten a los reporteros una mayor movilidad y flexibilidad técnica en su trabajo. Sin embargo, Alfonso no se muestra partidario de sacrificar la calidad que proporciona el gran formato. Salvo excepciones impuestas por el dinamismo de la toma, continúa fotografiando con su Graflex 9×12. Su inconfundible impronta.

«La fotografía en Madrid es muy rica en tipos y paisajes. Carente la villa de un folclore localista, tenemos bellas estampas populares que no se paran en el tiempo. Se transforman y enriquecen sin perder su esencia»

– Alfonso Sánchez Portela

BIOGRAFÍA DE ALFONSO

Estalla la guerra civil 

Los sucesos de la facultad de Medicina de San Carlos de Madrid en marzo de 1931, la revuelta campesina en Villa de Don Fadrique, las manifestaciones pro amnistía, la huelga revolucionaria de 1934 y el levantamiento minero de Asturias, aplastado por el ejército tras los enfrentamientos de Oviedo, aumentaron la tensión de un contexto que, tras las elecciones de 1936 y el asesinato de José Calvo Sotelo, acabaría en un alzamiento militar.

La virulencia de la guerra civil la experimenta Alfonso en el asalto de militares republicanos al cuartel de La Montaña de Madrid, donde militares acantonados apoyaban el levantamiento de Franco. Allí fotografió los cadáveres en el patio, imágenes cruentas de la violencia desbocada que se censuraron y que tuvo que hacer desaparecer para evitar represalias tras la guerra. Junto a su hermano José recorrió Andalucía y Extremadura obteniendo imágenes del ardor animoso de las milicias republicanas y de cadáveres abandonados en las cunetas de la carretera. Visita también el frente de Guadalajara y el asedio al Alcázar de Toledo. Su trabajo más cercano al reporterismo de primera línea lo llevó a cabo en Teruel, donde el ejército republicano tomó primero y perdió después la ciudad en pocos días. Su compromiso con el testimonio gráfico le obliga a cubrir una contienda que le disgusta íntimamente y sus imágenes, ahora con la cámara de 35 milímetros no logran la cercanía ni la intensidad de las que publican los reporteros extranjeros que cubrieron el conflicto desde el lado republicano.

La guerra civil golpeó a su familia, el estudio fue requisado por la Sociedad Obrera de Fotógrafos y quedó al albur de las autoridades obreras. Tuvieron que abandonar el estudio de la calle Fuencarral 6, donde caían las bombas destinadas a Telefónica y se mudaron a la calle Santa Engracia número 40, donde ya ejercía desde 1935 Luis Sánchez Portela, especializado en reportajes de sucesos, deportes y retrato. Durante la guerra, el trabajo de los Alfonso brilló retratando las consecuencias del conflicto en la ciudad de Madrid: los estragos de los bombardeos, los refugiados o la salvaguarda de los edificios emblemáticos.

La victoria de Franco pone a los Alfonso en una situación complicada dada la fama del estudio y su conocida sintonía con la causa republicana. En un giro estratégico, Alfonsito se afilia a la Falange y la dirección de Prensa y Propaganda de Falange Española les permite reanudar su actividad visitando las cárceles donde se hacinaban los presos republicanos, imágenes que la propaganda usa para reafirmar su victoria. Alfonso hijo realiza un reportaje al general Juan Moscardó en las ruinas del Alcázar de Toledo, además de diferentes instantáneas de la Victoria de Madrid. Sin embargo, durante el traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, es reconocido y acorralado por el público. Un compañero, el fotógrafo Antonio Calvachem reputado falangista, le salva del apuro.

Los madrileños se refugian en el Metro de los bombarderos. Alfonso (1937)

Traslado de los restos de José Antonio Primo de Rivera al Escorial. Alfonso (39)

BIOGRAFÍA DE ALFONSO

1940: la dictadura les prohibió ejercer de fotorreporteros 

El 25 de septiembre de 1940 la Dirección General de Prensa del Ministerio de Gobernación decide retirarles el carné de prensa. Los Alfonso sólo pueden retratar en el recién inaugurado estudio de Gran Vía 20. Termina así su etapa como fotorreporteros.

Cuatro años después, abrió una nueva sucursal de la ‘Galería Alfonso’ en la calle Toledo 63. Funcionó con gran éxito de 1908 a 1935, llegando a emplear a 22 personas.

Cerró en 1935 al desaparecer el mercado de La Cebada y al negarse el propietario a instalar un ascensor en el edificio.

En 1935 Alfonso padre abrió otro estudio en Santa Engracia, que fue regentado por su segundo hijo, Luis Sánchez Portela, desde 1940.

En 1950 murió María Portela y 1953 murió Alfonso padre con 73 años.

«El humo de tu magnesio es el incienso de nuestra posteridad»

– Ramón Gómez de la Serna. Greguería dedicada a Alfonso.

«Estamos en el imperio de la imagen, aunque el automatismo ha limitado el impulso personal y creativo que encontramos y admiramos en las obras de los maestros»

– Alfonso Sánchez Portela

Biografía de Alfonsito

Como indicábamos al principio del artículo y en la biografía de Alfonso padre, Alfonso Sánchez PortelaAlfonsito’, su primer hijo, nació el 16 de noviembre de 1902 en Madrid. Su padre tenía 22 años y empezaba a ser un fotógrafo famoso.

‘Alfonsito’ se crió en la casa-estudio-laboratorio de su padre de la calle Carretas, entre fotos y químicos, pese a que su padre le tenía prohibida la entrada en el laboratorio, por los peligros que suponía para un niño, como quedaría patente poco después…

Alfonso hijo estuvo a punto de morir en el laboratorio fotográfico
En esa época, se encerraba en el laboratorio con los oficiales para seguir el proceso de revelado.

Aunque tenía prohibido entrar en el laboratorio, sus primeras prácticas provocaron un accidente del que no salió bien parado. En un descuido de los empleados, se coló para revelar sus fotos.

La oscuridad le hizo pisar una de las gomas de la calefacción de gas y la fuga le hizo perder el conocimiento.

Le encontraron a tiempo y le salvaron la vida, aunque permaneció dos días ingresado por intoxicación.

Alfonso Sánchez padre no quería que su primogénito fuera fotógrafo.

Alfonsito, de bebé, hace de modelo en una tarjeta postal

Alfonsito retrata a sus hermanos con seis años

BIOGRAFÍA DE ALFONSITO

Fotógrafo a toda costa 

A los 13 años Alfonsito, que ya era aprendiz de fotógrafo, se rebeló y le dijo a Alfonso padre (35) que no quería estudiar, que quería ser fotógrafo como él. 

Su padre quería para él estudios universitarios, lo que supuso una gran crisis familiar, que al parecer solucionó la madre.

A pesar de que sólo quería ser fotógrafo, estudió bachillerato en el Liceo Francés y se examinó en el Instituto Cardenal Cisneros.

Se salió con la suya y comenzó a trabajar con él, pero como ayudante de la galería de su padre: barría el taller, fregaba las cubetas de revelado, hacía recados, entregaba pruebas, acompañaba a los oficiales, preparaba los químicos para revelar las fotos…

Tenía que comenzar desde abajo, como los demás. No tuvo ningún privilegio frente al resto de trabajadores y tuvo que ganarse el puesto a puro esfuerzo.
Y así lo hizo. En tan sólo dos años, adquirió todos los conocimientos del laboratorio, y el trabajo en la ampliadora se le quedó pequeño. Ya lo dominaba todo: el trabajo con placas de cristal y ácidos, las emulsiones, los trucajes…

Y comenzó a trabajar como reportero de la galería de su padre, publicando en los periódicos más importantes de la época: El Heraldo, El Sol, El Imparcial, La Voz

Era un fotógrafo avanzando y con ideas propias, tanto que no necesitaba siquiera regresar al laboratorio. Se manejaba in situ:

Inventó un laboratorio portatil para cargar y descargar placas, que funcionaba dentro de los armarios de los hoteles (como cámara oscura).

«La fotografía es la memoria gráfica de mis recuerdos y el medio expresivo de mi sensibilidad»

– Alfonso Sánchez Portela

BIOGRAFÍA DE ALFONSITO

Curtido en Marruecos

En 1919, cuando Alfonsito tenía 17 años, empezó a trabajar con Alfonso padre en reportajes de calle.

Y en 1920, con 18 años, ya publicaba reportajes de escenas, tipos y costubres populares de Madrid en El Heraldo.

Y en 1921, con 19 años, su vida estaba a punto de cambiar. Pasaría de fotografiar en España a hacerlo en África.

El director del diario La Libertad, Luis de Oteyza, le encargó a Alfonso padre un fotoreportaje sobre los prisioneros españoles en el Rif, pero éste decidió que fuera Alfonso hijo.

Desde entonces, fue Alfonsito hijo quien acudió todos los veranos a fotografiar los distintos frentes de batalla del norte de África, al temido jefe de las tropas rebeldes Abdel el-Krim, y hasta el desembarco de Alhucemas (septiembre de 1925).


A sus hazañas bélicas llevaba una cámara Goerz, que reparaba él mismo.

Sus fotos se publicaban en los principales periódicos. La avivez de imágenes, en las que los españoles buscaban ansiosamente reconocer a los suyos, los desastres militares y la habilidad del reportero, cosecharon un enorme éxito para la firma ALFONSO, que alcanzaba el cenit de su expansión.

La habilidad de Alfonsito se ve potenciada por el ágil entramado organizado por Alfonso padre, que logró multiplicar los envíos desde el frente y acaparar el mercado de la prensa gráfica gracias a sus acuerdos con los principales grupos periodísticos. La frescura y calidad de sus imágenes consiguieron una nueva mirada para el periodismo y un destacado protagonismo de la firma Alfonso en el oficio.


En su primer viaje (realizó al menos cinco) se llevó 30 pesadas cajas de diez placas de 9×12. Y las gastó todas: 300 fotos.

Pero allí sí que no podía revelarlas… Cada día acudía al puerto de Melilla y se las entregaba al capitán del barco que hacía la ruta Melilla- Málaga. En Málaga, un amigo de la familia las recogía y se las entregaba al jefe del tren que cubría el servicio Málaga-Madrid. Y en Madrid, un operario de la galería las recogía y llevaba al laboratorio. Éste, las revelaría y le pondría un telegrama respondiéndole «están bien expuestas». O no…

En 1927 a los 25 años de edad, durante la dictadura de Primo de Rivera, se prohibió fotografiar los sucesos. Así que Alfonsito giró la cámara para retratar escenas populares madrileñas con denuncia social en el Madrid de la periferia. Ilustró los artículos de costumbres que Luis Blanco Soria y Virgilio de la Pascua publicaron en La Voz.


Y este año 1927, el director del periódico con el que viajaba a Marruecos desde 1921, Luis de Oteyza, le propuso -ya directamente a él, hacer un fotoreportaje sobre las primeras líneas comerciales, vistas desde el aire. ¡En este reportaje pasó más miedo que en la guerra!


Ambos se subieron a un avión Breguet biplano y volaron desde Burdeos hasta Dakar.

La aventura se materializó en en 1928 el librito ‘Al Senegal en avión’, que se vendía a 5 pesetas y que tenemos en la biblioteca de Fotogasteiz para que lo podáis ver.

Fotografió la orografía española, las ciudades de África del Norte… y realizó desnudos de nativos senegaleses que ilustraron el libro ‘En tierra de negros’, cuya fotografía más conocida es la de la Venus de Ébano que, según él, estuvo a punto de comprar como ayudante por 50 francos.

En este viaje fotografió al autor de ‘El Principito’ Antoine Saint-Exupéry, antes de que lo escribiera, porque además de escritor era piloto y transportaba correo de Toulouse a Senegal.

Alfonsito hace su primer viaje en avión regresando de África, en 1921

Luis de Oteyza con Abd-el Krim. Alfonso

 

Alfonsito con el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, en 1931

 

BIOGRAFÍA DE ALFONSITO

Tiempos convulsos

En 1928, a los 26 años de edad, hizo una de sus fotos más famosas, publicada en el libro Memoria de Madrid. La de un torero posando tras haber dado muerte a un toro en plena Gran Vía. El astado se había escapado y el torero Fortuna lo toreó con un abrigo que le prestaron mientras esperaba a que le trajeran de su casa una espada, con la que lo mató.

Y en 1929, inauguró una exposición fotográfica sobre sus viajes a Senegal.

En aquella época, con España bajo el mando del dictador Miguel Primo de Rivera (septiembre 1923 – enero 1930) realizó trabajos a favor y en contra del régimen.

En 1930, teniendo Alfonsito 28 años y Alfonso padre 50, la firma ALFONSO ya era un monopolio en prensa gráfica, con contratos con los dos grandes grupos informativos: Prensa Gráfica (Mundo Gráfico, Nuevo Mundo y La Esfera) y Prensa Española (ABC, Blanco y Negro) y los diarios La Voz, La Libertad, Informaciones y Crónica.

En 1931 hizo las fotos del reportaje del Comité Revolucionario Republicano en la cárcel Modelo. Algunas de las mejores fotografías de Alfonsito se hicieron durante la Proclamación de la Segunda República el 14 de abril. La firma ALFONSO inmortalizó la intensidad de la actividad política de ese año: los disturbios, el bombardeo de Cuatro Vientos, la revuelta estudiantil, la revolución campesina en la Villa de Don Fadrique.

En 1932, a los 30 años de edad, acompañó al presidente de la Segunda República Española Niceto Alcalá Zamora (1931-1936) en sus viajes por España. Y ese año retrató a los miembros de la Generación del 27: Federico García Lorca, Rafael Alberti, María Teresa León y José Bergamín. Y publicó reportajes de acontecimientos políticos como la sublevación y posterior procesamiento del general Sanjurjo, las revueltas callejeras, los enfrentamientos armados entre los soldados del cuartel de la Remonta y los guardias de asalto, el ataque al Palacio de Comunicaciones y el juicio contra los implicados en el intento de golpe de Sanjurjo.

En 1933, como contamos más arriba en la biografía de Alfonso padre, teniendo Alfonsito 31 años, se creó la Unión de Informadores Gráficos de Prensa de la que fue nombrado secretario. Alfonso padre era el presidente. Ese año en su galería expusieron los retratos de los políticos de la República. Fotografió la fundación de la Falange Española y las primeras elecciones generales en las que se aprobó el voto femenino. Cada foto que hacía ya era Historia.

En 1934 fotografió el levantamiento de Asturias y la detención de Pere Mestres, Martí Esteve, Lluís Companys, Joan Lluhí, Joan Comorera, Martí Barrera y Ventura Gassol en la cárcel de Barcelona. En 1935, por falta de clientela, los ALFONSO cerraron la galería de la calle Toledo. Alfonso padre encargó a Alfonsito llevar el estudio de Fuencarral y a Luis el de Santa Engracia. Ese año 1935 Alfonsito recibió el título de Caballero de la Orden de la República y Alfonso padre fue reelegido presidente de la Unión de Informadores Gráficos de Prensa.

Al comenzar la Guerra Civil Española (1936-1939), los ALFONSO publicaron fotografías en el álbum gráfico ‘La revolución y sus cómplices. Los dos bienios’ y Alfonsito fotografió el cadáver de José Calvo Sotelo, asesinado la madrugada del 13 de julio de 1936. El 20 de julio de dicho año Alfonsito hizo las primeras fotos de la Guerra Civil en el Cuartel de la Montaña. Y en agosto Alfonsito y su hermano José (Pepe) recorrieron los frentes de Andalucía y Extremadura y los frentes del Alto de León en Somosierra, Guardarrama, Alcalá de Henares y Toledo. Ese año 1936 sus fotos de madrileños durmiendo en el Metro para resguardarse de los bombardeos se publicaron en ‘The Ilustrated London News’.

Dicho año 1936 quedaron confiscados los estudios de Gran Vía y Santa Engracia.


Durante la guerra realizó 25.000 disparos (unos 25 por día) con su cámara: una Contax.

En plano conflicto, su estudio de la calle Fuencarral fue destrozado por un proyectil que iba dirigido a Telefónica.

En 1939 inauguró un nuevo estudio en Gran Vía. Si paseáis por la Gran Vía, podréis fijaros en que a la altura del número 20, donde la familia de Alfonso abrió en 1939 un estudio-museo donde expuso un trozo del proyectil, hay una placa conmemorativa. 
Sus amigos y familiares le guardaron todo su archivo fotográfico para protegerlo de bombardeos y robos.

Ese año 1939 Alfonsito fue tío. Su hermano Luis tuvo a Luis hijo, que sería la última persona en atender el estudio… (no queremos hacer spoiler, al final del artículo explicamos cuándo y cómon fue).

Tras la toma de Madrid,
Franco
 l
e retiró las credenciales para trabajar en prensa: le incluyó en los expedientes de depuración. Era 1940 cuando la Dirección General de Prensa denegó a los ALFONSO su inscripción en el Registro Oficial de Periodistas. Así que tuvo que dejar la prensa y sólo pudo trabajar en su estudio y como fotógrafo ambulante, montado en los camiones militares, visitando pueblos del extraradio e intercambiando fotografías por comida.

Tras la guerra, el 80% de las fotografías fueron recuperadas. Las que se perdieron eran colecciones relacionadas con el teatro, entre ellas las dedicadas a la actriz María Guerrero.

En 1941, debido a la escased de material, los ALFONSO se vieron obligados a reciclar placas de vidrio para conseguir soportes para negativos y usaban radiografías de los hospitales.

En 1942 el diario El Alcázar publicó el famoso artículo anónimo titulado ‘Cuidado con la memoria’ en que se impelía a los ALFONSO a trabajar en silencio…

En 1943, los ALFONSO comenzaron a reorganizar su archivo y recuperaron retratos de los principales personajes del primer tercio del siglo XX.

En 1947 Diego San José publicó con fotos suyas el libro ‘Estampas nuevas del Madrid viejo’.

«Enemigo de la destrucción, como todo aquel que nace para crear, mi cámara se resistió siempre a glorificar las hazañas bélicas de la Guerra Civil»

– Alfonso Sánchez Portela

«Cuando el príncipe Juan Carlos vino a estudiar a España hicimos lo imposible por retratarle. Teníamos miedo de que se nos negaran los permisos a pesar de que habían pasado diez años desde la guerra. Pero él no tenía nada que ver con aquello»

BIOGRAFÍA DE ALFONSITO

Relación con el régimen 

Es curioso que, pese a que era una persona non grata durante la guerra, en 1949 Franco solicitó ser retratado por el estudio de Alfonso (y no por su fotógrafo oficial: Campúa). Ese retrato se realizó en la residencia del dictador en El Pardo y fue portada de ABC en 1956 con motivo de la conmemoración de los 30 años de la sublevación.

Ese año 1949 Alfonsito inauguró una exposición de sus caricaturas, con 30 retratos-caricatura de Azorín, Pío Baroja, P=erico Chicote, Guillermo Fernández-Shaw, Torcuato Luca de Tena o el marqués de la Valdavia.

En 1950 murió la matriarca María Portela, esposa de Alfonso padre y madre de Alfonsito.

En 1952 los ALFONSO recuperaron el carné de prensa, pero ya era demasiado tarde.

En 1953, teniendo Alfonsito 51 años, murió su padre Alfonso.

En 1954, año en que instaló nuevos decorados en su estudio de ran Vía, el Real Madrid le eligió para sus fotos oficiales. Y ese año la Dirección General de Prensa convocó el Premio Alfonso de Fotografía.

En 1955, en un intento de recuperar las tertulias y actividades culturales de los años 20, participó nen la recreación de la Sociedad Amigos de la Capa.

En 1957, a los 55 años de edad, abrió un estudio en la Avenida de la Albufera de Vallecas.

En 1961, teniendo Alfonsito 59 años, cerró el estudio de Vallecas tras cinco años de actividad.

En 1963, teniendo Alfonsito 61 años, comenzó el declive del estudio por falta de clientela.


En 1967 se casó con la que había sido su novia durante casi 50 años: Filomena Torres Victoria.

En 1969 fue nombrado presidente de la Asociación Amigos de la Capa.

En 1970, Francisco Umbral publicó en La Estafeta Literaria ‘Las fotografías de Alfonso’. Ese año, su hermano Luis instaló un laboratorio de color en la galería de Santa Engracia, pero cerró en 1971 por falta de demanda.


En 1976, tras la muerte de Franco, se demandaban muchas fotos del dictador para ilustrar textos que se publicaban ahora sin censura. Y el archivo de los Alfonso se convirtió en una de las fototecas más demandadas para ilustrar el siglo XX en España y en uno de los archivos privados más importantes del país.

En 1980 sus mejores fotografías de la Guerra Civil se expusieron en el Palacio de Cristal del Retiro.

En 1981, a los 79 años de edad, sus fotos se expusieron junto a las de César Lucas en la muestra ‘Madrid de ayer, Madrid de hoy’ organizada por la Fundación Española de la Fotografía. Y el Centro Cultural de la Villa de Madrid expuso diez fotos suyas con motivo del 50º aniversario del voto de las mujeres. Ese año 1981, recibió un homenaje por parte de la Asociación de Escritores y Artistas.


En 1983, a los 81 años de edad, Alfonsito obtuvo el trofeo María José Castro de Carrión «por la labor profesional y los valores humanos que len acompañaron a lo largo de su vida» y ese año 1983 se estrenó el cortometraje ‘Alfonso, el fotógrafo’, dirigido por Enrique Viciano.

En 1984, cuando tenía 82 años, el Ayuntamiento de Madrid le concedió la Medalla de Oro de la Villa.

Ese año 1984, el comisario de fotografía Joan Fontcuberta escogió siete retratos de Alfonso para la exposición ‘Idas y caos. Aspectos vanguardistas de la fotografía en España’ y el comisario Publio López Mondéjar presentó la exposición ‘Memoria de Madrid. Fotografías de Alfonso’.

En 1987, año en que entregó al Rey Juan Carlos I en el Palacio de la Zarzuela el título de Presidente de Honor de la Asociación de la Capa, murió su mujer y él, con 85 años, cayó en depresión. Se encerró en su estudio.

 

 

«Por la fotografía vivimos más y mejor»

– Alfonso Sánchez Portela

BIOGRAFÍA DE ALFONSITO

Últimos años

El estudio de Gran Vía se constituyó como museo.

En 1989, la librería de arte español y latinoamericano The Benjamin S. Rosenthal, del Queens College de Nueva York, organizó nuna exposición en su honor llamada ‘Alfonso, fotoperiodista de Madrid’.

El 11 de abril de 1989, a la de edad de 87 años, accedió como miembro numerario de Real Academia de las Artes de San Fernando, siendo el primer fotógrafo en hacerlo. 
Preparó este escrito, que llegó a leer: «La fotografía es la memoria gráfica de mis recuerdos y el medio expresivo de mi sensibilidad. Entonces entran en juego la libertad, el atrevimiento, respetando siempre nuestra íntima sinceridad… desde el más puro clasicismo a las formas vanguardistas de hoy. Así se forma el estilo de un autor al transcurrir el tiempo».

Alfonso Sánchez Portela ‘Alfonsito’ murió el 11 de marzo de 1990 a los 87 años por un insuficiencia cardiaca dejando un archivo familiar de 500.000 negativos clasificados por orden cronológico. Desde la más antigua, de su padre, fechada en 1892.

Al morir, el estudio pasó a manos de su hermano Luis, que entonces tenía 82 años y lo mantuvo abierto hasta 1996 con ayuda de su hijo.

Finalmente, el estudio ALFONSO cerró el 16 de julio de 1996.

Tres años después, e
n 1999, falleció Luis, a los 91 años de edad.

En la actualidad, toda su obra se conserva en el Archivo General de la Administración, que nunca antes había albergado archivos fotográficos.

Exposición Alfonso: Cuidado con la memoria»

El comisario de fotografía Chema Conesa ha creado una gran exposición sobre ALFONSO en el primer depósito de agua vertical de Madrid, que desde los años 80 es la Sala de exposiciones Canal de Isabel II en la calle Santa Engracia de la capital española. A lo largo de cuatro pisos, un centenar de de fotografías y decenas de objetos personales de la familia forman la muestra ‘Alfonso. Cuidado con la memoria‘, que ha podido verse del 5 de noviembre de 2021 al 23 de enero de 2022.